Un contenedor sospechoso con fruta en mal estado localizado en el Puerto de Algeciras ha permitido a agentes de la Policía Nacional, la Guardia Civil y el Servicio de Vigilancia Aduanera intervenir esta semana un alijo de 97 kilos de cocaína procedentes de la República Dominicana. 

La droga incautada podría haber alcanzado un valor superior a los 3.000.000 euros en la calle, teniendo en cuenta que durante la Navidad los narcos suben el precio a conciencia conscientes de que aumenta la demanda. 

Según ha podido saber este periódico, la cocaína estaba oculta en un contenedor cuyo contenido lícito era un cargamento de bananas que se encontraba en mal estado. Cuando iban a proceder a su destrucción, los operarios encontraron detalles sospechosos que les hicieron alertar a las autoridades. 

Fue entonces cuando los agentes expertos en encontrar los escondites en este tipo de transportes comprobaron que se encontraban ante un contenedor con muchas coincidencias a los que en otros momentos han localizado con sustancias estupefacientes ocultas entre productos legales. Normalmente, en dobles fondos. Entonces, los agentes levantaron un panel con la ayuda de herramientas tras el que hallaron los  paquetes con la droga procedente del Caribe. 

Según los últimos datos hechos públicos antes del verano por el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías y la Europol en el informe Europa y el comercio mundial de cocaína, el Puerto de Algeciras es el quinto de Europa en el que más cocaína se incautó en 2020 con 5,3 toneladas.

El puerto europeo en el que más toneladas de esta droga fue aprehendida es el de Amberes (Bélgica) con mucha diferencia con respecto al resto, con 69 toneladas. Le siguen el de Róterdam (Países Bajos), con 41,8 toneladas, el de Valencia, donde se incautaron 7,7 toneladas, en tercera posición, y Hamburgo (Alemania), con 6,2 tn.

A finales de noviembre se supo que la Guardia Civil, en el marco de la operación policial internacional denominada Desert Light, coordinada por Europol y en la que también participaron agencias policiales de Países Bajos, Francia, Bélgica y Dubái, consiguió desarticular un supercártel que controlaba gran parte del mercado de la cocaína en Europa. En España, se llevaron a cabo registros y detenciones en las provincias de Málaga, Madrid y Barcelona. Parte de la droga entraba por el puerto de Algeciras.