Elena, Lucas y Yuli no paran ni un momento en el negocio que regentan en la pescadería del mercado. Elena explica que para poder competir con las grandes superficies es indispensable el trato personal con los clientes. "Intentamos aprendernos los nombres de todos nuestros clientes y preguntarles qué tal están o por sus hijos".
El padre de Lucas acompaña su hijo todas las mañanas a las cinco a comprar la mercancía, él conoce bien el negocio porque comenzó repartiendo pescado a los nueve años con una carreta. Ahora Lucas vende pescado junto a su mujer Elena y su hermana Yuli, en la pescadería de Lucas y Elena. Los tres derrochan simpatía y reivindican los comerciantes jóvenes. "Venimos pisando fuerte", afirman. Elena recalca que sólo venden pescado nacional y fresco y piden al Ayuntamiento que les facilite plazas de aparcamiento para que la tradición del mercado no se pierda. También lamenta que las grandes superficies pueden abrir los domingos y ellos no por lo que parten con desventaja aunque intentan solventarla con desparpajo y ganas de trabajar. Desde luego la clientela que ayer esperaba para comprar en el puesto ya la tienen en el bolsillo.
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