Algeciras

La calle le gana la noche al cotillón

Hace algo más de cinco años los jóvenes de la ciudad y los no tan jóvenes discutían en sesudos debates sobre a qué fiesta de cotillón acudirían la noche del 31 de diciembre al 1 de enero. Eran tiempos en que aún existía una variada oferta. Hoy ha quedado prácticamente reducida a lo que ofrecen los pubs y las discotecas que abren todos los fines de semana, con la salvedad de que esa noche gozan de una hora más para abrir.

El Ayuntamiento ha recibido sólo una petición para organizar un cotillón: la del restaurante La Menacha. El año pasado tuvo encima de la mesa dos y el anterior tres. Su descenso ha sido paulatino. ¿Significa que en la Nochevieja la gente no sale a la calle? No, casi todo lo contrario. Significa que la calle y las fiestas le han ganado la noche a los cotillones de toda la vida.

José Antonio García, gerente del restaurante La Menacha, dice que este año se ha lanzado a la aventura de una organización de este tipo de fiestas porque el año pasado le fue bien, aunque admite que hay que invertir mucho tiempo y dinero en reunir los requisitos. Ha presentado todo tipo de documentación como un seguro de responsabilidad civil, un estudio acústico, uno de seguridad, zonas de aparcamientos, un contrato de vigilancia o un certificado técnico. "Hay que hacer una gran previsión". Cree que le va a merecer la pena tanto a él como a sus invitados. Serán entre 300 y 350 para un aforo de 400 y el precio de las entradas es de 40 euros. Está enfocada para personas de 35-40 años. Se vale de la peculiaridad de los algecireños para justificar la caída de los cotillones. "Desde el punto de vista de la hostelería Algeciras es muy rara. Dicen que aquí no hay nada y todo el mundo se va fuera. En Algeciras no se queda nadie".

José Fenoy es uno de los socios de La Goa, que este año se ha decantado por una fiesta. Dice que así el establecimiento controla a quién vende las entradas y no como en los cotillones que se distribuyen por comercios. Los tiques se pondrán a la venta el mismo 31 de diciembre por la mañana y el precio será asequible. Es su forma de atraer al público, a su público. Otra manera es ofrecer un gran surtido de bebidas, un surtido al que no llegan en los locales de cotillones que se encuentran masificados. "Hablamos de variedad que no de calidad. Algeciras puede presumir de su bebida", apunta. Otra de las razones por la que los cotillones están pasando a mejor vida son los elevados precios. Invitan precisamente a salir a la calle sin nada planeado.

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