Algeciras

Los bomberos realizan 7 rescates en Algeciras por inundaciones

  • En sólo cuatro horas se recogen casi 78 litros por metro cuadrado · Las intervenciones en la calle Ponce de León obligan al desalojo de sus ocupantes que no pueden volver a casa hasta horas después

La lluvia caída la madrugada de ayer volvió a cebarse con Algeciras. El observador y colaborador de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Algeciras desde 1975, Antonio Rízquez, desveló que de cuatro a ocho de la mañana cayeron 77,8 litros por metro cuadrado. "La media de febrero es de 126 litros, llevamos 78 recogidos en cuatro horas pero faltan aún 24 días para acabar el mes", subrayó.

El municipio según los bomberos ha sido el más afectado por inundaciones en vivienda. Ayer a mediodía, cuando las llamadas de alerta cesaron, quedaban pendientes algunas intervenciones en vía pública. También se revisaban y evaluaban locales y garajes.

A partir de las 4:29 horas saltaron todas las alarmas cuando se registró la primera salida para un achique en vivienda en la calle Ponce de León y minutos después en Los Pastores, Doctor Fleming, Trepadora, Pablo Díaz y Urbanización La Alegría. Desde esa hora los bomberos multiplicaron las intervenciones en viviendas. Algunas obligaron incluso al desalojo de sus ocupantes que no pudieron volver a su casas hasta horas después. Los efectivos siguen trabajando evaluando los efectos en garajes inundados a un palmo del techo o evacuando agua de vía pública en zonas de riesgo.

Hasta siete rescates realizaron los bomberos. Cinco de ellos en viviendas de Ponce de León. La peor situación se vivió en esta zona donde fue necesario rescatar a los ocupantes de cinco viviendas, de avanzada edad ya que el agua alcanzaba un metro de altura. Se optó ante los problemas de movilidad por llevarlos a viviendas cercanas lejos del riesgo. Los agentes también acudieron al rescate de un hombre atrapado en su furgoneta en la carretera antigua de Los Barrios. La subida del río fuera de su cauce atrapó a su ocupante. Al igual, detrás de la cárcel, en un cortijo, los bomberos también acudieron a rescatar a una familia -mujer, hija y sus cuatro perros- atrapada por el agua. Además también se realizaron intervenciones en viviendas de Los Pastores, Trepadora, Pablo Díaz, Urbanización La Alegría, Benito Daza, carretera de Los Barrios, Avellanos, Domingo Sabio, avenida Fuerzas Armadas, Maestro Millán Picazo, Los Cedros, la Perlita, Fray Luis de León, carretera del Cobre, El Chocolate, Cabo Caballería, Plaza Andalucía, Cielo, avenida Diputación, Rosa de los Vientos y Arcos.

En la colonia San Miguel el agua también alcanzó en algunos garajes casi el techo que necesitarán días de intervención para subsanar los efectos de la lluvia, según los bomberos. Las caras de agotamiento de los vecinos dejaban constancia de la noche sufrida. En la calle Quejigos, Olga Gordillo, explicó que no le desea a nadie su experiencia. "El Ayuntamiento sigue sin dar una solución. Cada vez que llueve los daños son materiales pero puede que un día haya que lamentar daños personales y eso sí que no tiene arreglo", lamentó. Esta vecina se despertó asustada a las cuatro. Llamó al 112 pero la Policía Local no llegó hasta pasadas las siete. "El garaje tiene un metro y medio de agua. Esto mismo sucedió en Navidad. Es una triste pena. Cumplimos como ciudadanos todas las obligaciones pero no tenemos derecho a que arreglen esto. Desde que hicieron La Menacha, el canal artificial resulta insuficiente para recoger tanta agua y se inunda todo", reveló. Una situación similar vivió María Luisa Navarro en la calle Cedro, que sufrió un ataque de ansiedad al ver entrar el agua a espuertas en su casa. "Esto ya pasó en Navidad y nos tuvimos que ir a un hostal. La casa está hecha una ruina. Puertas, alfombras, muebles y electrodomésticos. Arreglaron la calle y la han dejado peor", denunció.

En la zona trasera de Metalsa, un río de agua, lodo y piedras bajó desde Los Alamillos a Los Pastores. Jorge Cruces, de la empresa de cristalería Cruces, explicó que es necesario una retropala para retirar los lodos acumulados pero que el Consistorio al no haber recepcionado la calle dice que no es su problema. "Allí no se puede ir si no es en un todoterreno. El problema no es mío y yo pago todos los impuestos. Alguien tendrá que arreglarlo", sostuvo.

En la calle Pablo Díaz, de la barriada de La Bajadilla, los vecinos también se vieron sorprendidos en la madrugada. Cuando vieron que los contenedores de basura navegaban en mitad de la calle se percataron de la peligrosa situación. Algunos tuvieron que tomar la calle para abrir, ellos mismos, las alcantarillas pese a que las calles se convirtieron en ríos.

El barro se adueñó del asfalto y por la mañana fueron muchos los vecinos que no pudieron acudir a sus trabajos ante el caos en el que estaban sumidos. Además, al tener que esperar la llegada de los peritos las alfombras y los muebles permanecían envueltos en humedad. La mala canalización de los husillos provocó esta situación. En algunas casas el agua alcanzó el metro de altura, "anoche sentíamos impotencia ante los que veíamos", explicó un vecino.

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