La violenta muerte de un ciudadano marroquí de 53 años en la noche de este martes en Algeciras, en las inmediaciones del auditorio Millán Picazo, es calificada inicialmente por la Policía Nacional como un homicidio, no como un asesinato. Los agentes encargados de la investigación entienden, por tanto y según se desprende de una breve nota de prensa emitido por el cuerpo, que la persona o personas que causaron su fallecimiento no premeditaron su acción.

A la espera de los resultados de la autopsia, la muerte, como adelantó anoche Europa Sur y según fuentes de la investigación, se habría producido a consecuencia de un fuerte golpe en la cabeza que le provocó una gran hemorragia. Anoche aún no se habían producido detenciones relacionadas con lo ocurrido.

En el lugar donde ocurrieron los hechos, una pequeña plaza cercana a la entrada a la estación marítima del Puerto de Algeciras, quedaba anoche en el suelo un reguero de sangre seca, una sábana manchada también de sangre -utilizada por los sanitarios que atendieron a la víctima- y los restos de la cinta utilizada por la Policía Nacional para acordonar la zona. A unas decenas de metros, a oscuras y en un rincón, dos personas sin hogar se preparaban para pasar la noche.

La zona dista un tiro de piedra de la entrada peatonal del recinto del Puerto de Algeciras, un espacio muy transitado habitualmente en situaciones normales por personas y vehículos pero que, a causa de la situación de alerta sanitaria, permanece ahora prácticamente solitaria.