La sección algecireña de la Audiencia Provincial dejó ayer visto para sentencia el juicio a Antonio R.M. y a Juan Miguel L.P., acusados de ser responsables de transportar 3.144 kilos de resina de hachís procedentes de Ceuta, que fueron interceptados en el doble fondo de un semirremolque el 13 de febrero de 2004 en la Aduana algecireña. La Fiscalía pide para el segundo, el conductor del vehículo, más de seis años de prisión y para el primero cinco años y seis meses por ser el presunto organizador de la operación.

La vista se reanudó ayer después de varios aplazamientos con el testimonio del guardia civil que actuó de instructor en la detención. Dijo que la Unidad de Delincuencia Organizada del Instituto Armado sabía por sus fuentes que se tramaba una operación para tratar de introducir cerca de cuatro toneladas de hachís en la península. Explicó que dieron con el camión y se extrañó de que el vehículo no era el idóneo para transportar una mercancía de mármol al ser cerrado y porque el precio para realizar el transporte estaba por debajo del mercado.

En las conclusiones finales, el Ministerio Fiscal explicó que quedaba acreditado que la operación fue concertada por ambos. Recordó que Juan Miguel L.P. confesó que era el conductor del vehículo en el que se encontró la droga y que sabía que en su interior iban escondidas las más de tres toneladas de hachís. Dijo que participó conscientemente en el intercambio a cambio de recibir 3.000 euros y 10 kilos de cocaína. Sin embargo, no cree que él fuera el organizador, sino Antonio R.M., el propietario del vehículo, que lo acompañó desde Málaga hasta Ceuta con el cargamento.

La defensa de Juan Miguel matizó que había sido un instrumento de otra persona que fue la organizadora. Recordó la condición de toxicómano de su cliente. El abogado de Antonio expuso que su patrocinado había sido víctima de un engaño por parte del otro acusado y añadió que en todo momento colaboró con los agentes.