Algeciras

Homenaje a Pérez de Vargas, ese "grandullón sonriente"

  • Un amplio número de amigos y compañeros del prestigioso abogado, muerto hace diez años, aporta calor y cariño a quien siempre estuvo cerca del más débil

Colectivos sociales de la comarca y amigos se unieron para ofrecer un homenaje al prestigioso y querido abogado Rafael Pérez de Vargas a quien un trágico accidente sesgó su vida hace diez años. Ante un salón de actos de la Once lleno de público el periodista Fernando Silva, que habló en nombre de la familia, pidió "la paz y la palabra en recuerdo de un grandullón sonriente llamado Rafael".

Silva recordó a quien le gustaba decir, reproduciendo la frase del poeta alemán Holderin, "el hombre es un dios cuando sueña y un mendigo cuando piensa" y las realidades de Rafael Pérez de Vargas y entre ellas, "cuando organizamos el rechazo público a que Miguel Alberto (Díaz) y Juan José Téllez fueran empitonados por un fiscal sensible a los halagos".

"Aquí tenéis, en canto y alma, al hombre/ aquel que amó, vivió, murió por dentro/ y un buen día bajó a la calle:/ entonces comprendió; y rompió todos sus versos". Era parte de un poema de Blas de Otero con el que Silva concluyó su intervención dando paso a Luis Fidelfi, que interpretó el Preludio número uno de Bach.

Tras la música, tomó la palabra Juan José Téllez, periodista y poeta, que se resistió a hablar de Pérez de Vargas en pasado pero se refirió a ese "gigante con un niño dentro, un delfín que nadaba entre tiburones" y que cuando volvía a las calles de su infancia "se convertía en un crío en la matinal del cine". De él dijo que, aunque tenía apariencia de John Wayne, más bien "le gustaba ser el James Steward de Que bello es vivir".

Para Téllez, Pérez de Vargas era "un hombre cabal que representaba lo mejor de esta tierra", un hombre "que creía en la ley" que siempre andaba "en muchas trincheras". El periodista recordó a ese defensor de causas, de personas desvalidas, periodistas o ecologistas, plantando "batalla muy seria contra la mafia y la leyenda negra de esta zona".

El grupo de teatro de Barrio Vivo puso en escena después la obra Caminando entre fronteras, basada en El Principito, actuación a la que dio paso Carmela Berrocal que explicó que para la coordinadora "Rafael dejó una impronta indeleble del sentimiento más maravilloso, la amistad".

No quiso perderse el homenaje el Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, que recordó las conversaciones sobre la espiritualidad y el compromiso que hace que "siempre esté presente en mi vida la figura de Rafael". Para Chamizo, no han pasado diez años, sólo un lapsus de tiempo en el que "la presencia de Rafael en mi vida es continuada". Y junto a todo ello, "el ánimo" y "esa fuerza que transmitía". Finalmente actuó el bailaor David Morales.

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