Historias de Algeciras

La Sud de España (y II)

  • La floreciente actividad de compañía de vapores con base en la ciudad duró hasta 1914. A partir de ese momento la Compañía de los Ferrocarriles Andaluces tomó el relevo en el mercado

Barcos de vapor de las líneas de Algeciras a Gibraltar en el puerto de la ciudad.

Barcos de vapor de las líneas de Algeciras a Gibraltar en el puerto de la ciudad.

El vapor Mary en cuestión, según rezaba su expediente, era: “Un vapor á hélice con un tonelaje bruto aproximado á 18 Tm con casco de madera y arboladura de un solo palo, y cuyas dimensiones son: eslora 14’80 m; manga 3’25 m y puntal 1’95 m”. En el momento de su compra, se encontraba: “Anclada en el muelle de la vecina plaza de Gibraltar en cuyo puerto ha sido matriculada con todos sus accesorios, aparejos y utensilios estando el referido buque libre de toda responsabilidad”. El Mary tuvo un papel muy meritorio en un caso de naufragio que se dio en la bahía, cuando aún era propiedad de Lombard, en la declaración tomada a uno de los marineros testigo, se recogía: “En la madrugada del día de hoy, se desencadenó un fuerte temporal de Este, sorprendiéndole con nueve embarcaciones que se encontraban en la bahía cargadas de carbón procedente del vapor Hunterfield, á las cuales puso el temporal en evidente peligro, en vista de lo que el dicente con cuatro hombres que pudo utilizar procedió inmediatamente al salvamento del carbón y barcazas y después de todos los esfuerzos posibles, consiguió el salvamento de siete de dichas embarcaciones, que tras grandes apuros, pudo introducir y resguardar dentro del Río de la Miel […] al salvamento requerido acudió el vapor Mary, remolcador propiedad de D. Guillermo Lombard, que se encontraba en la bahía, a pesar de su auxilio no se pudo evitar el naufragio”.

De vuelta a la compra-venta del Mary, una vez autorizado el presidente de la compañía, se procedió del modo siguiente: “Don Guillermo Lombard Damonte, vende en calidad de perpetuidad á la Compañía de Vapores del Sud de España de este domicilio que representa Don Francisco Vicente Montero y Riera, la lancha de vapor de su propiedad nombrada Mary, con cuantos aparejos, utensilios y demás accesorios á la misma correspondan sin reservación de ninguna especie […], la venta se hace al precio de 5.500 pesetas”. Una vez adquirido el nuevo vapor, la actividad de la compañía algecireña durante los siguientes años seguiría teniendo buenos resultados y seis años más tarde, es decir en 1913, a causa de la diversidad de su actividad más allá del simple escenario de la bahía, su Junta Directiva -con su presidente al frente- se vió obligada a buscar un representante en la capital de la provincia para defender los intereses de la compañía y por ende de sus accionistas, expresando Montero Riera, según el documento consultado: ”Haciendo uso de sus facultades como Presidente de la Compañía de Vapores del Sur de España, confiere Poder a don Manuel Grosso Romero, agente de negocios y vecino de Cádiz, para que la represente en cualquier asunto dentro del Estado”.

La disolución efectiva de la mercantil tuvo lugar el 13 de noviembre de 1914

Un año más tarde comienza el fin de la magnifica trayectoria empresarial de la compañía algecireña “Sur de España”. Según refiere el libro de actas: “Don Antonio Soriano Lapuerta, vocal de la Junta Directiva y en concepto encargado de la Caja y Contabilidad, así como Secretario de esta Compañía de Vapores del Sur -se impondría la r sobre la d- de España. Certifico: que en este libro de actas de Juntas de esta Compañía, aparecerá la de la extraordinaria celebrada el día 21 de Junio del corriente año de folio número 61v la 64 de dicho libro que copiado á la letra es como sigue: En la Ciudad de Algeciras á 21 de Junio de 1914, siendo la una de la tarde y previo aviso á los concurrentes por estimarse innecesaria toda citación de publicidad para la convocatoria de esta Junta General Extraordinaria, reunidos en el domicilio social de la Compañía, calle Cristóbal Colón número 26, el Presidente D. Francisco Vicente Montero y Riera, D. Antonio Lorenzo Álvarez y D. Antonio Soriano Lapuerta, en concepto de vocal y este último como Secretario y encargado de la Caja y de la Contabilidad de la Compañía, formando la Junta Directiva de la misma, se presentaron por los concurrentes las acciones que tenían en su poder para proceder á su examen y confrontaron con el libro talonario de altas y resultando conforme y que entre los tres señores presentes, respondiendo á los acuerdos tomados por los mismos en las Juntas el 3 de Mayo último, estaba representado todo el capital social con las 200 acciones que tendrán presente sobre su mesa, constituyéndose en Junta General extraordinaria estimándose convocada con las formalidades de los Estatutos y demás disposiciones para los efectos de la liquidación y disolución de la Compañía Anónima de Vapores del Sur de España, ya acordada y convenida por los concurrentes que en estos momentos son los que constituyen y forman la expresada Sociedad, y así declarado por el Sr. Presidente y dada lectura al acta de la anterior sesión para aprobar. Seguidamente […] expresar lo que constaba á los Señores concurrentes, aprobar para su consignación oficial en el acta respectiva que por virtud de las autorizaciones que la Compañía se había convenido había llevado á cabo el contrato de venta de todos los vapores y material […], con la Compañía de los Ferrocarriles Andaluces, otorgando á favor de esta entidad la correspondiente escritura, con fecha 5 de Junio de los corrientes (1914), en la Ciudad de Málaga […], por virtud de cuyo instrumento esta Compañía hizo entrega de los vapores a la entidad compradora á la que con anterioridad había á su vez satisfecho la cantidad previa de la venta de 200.000 pesetas, á cuya liquidación y adjudicación ha de procederse por la Junta: 1º.- Dar por disuelta y terminada la Compañía Anónima de Vapores del Sur de España, creada y constituida por escritura pública celebrada el 18 de Julio de 1904 […] 2º.- Proceder debidamente como lo llevan á efecto a la liquidación y adjudicación del Capital Social […] que resulte de la Contabilidad y Caja de la Compañía en la forma siguiente: Balance y Liquidaciones (Ptas y Cts): Existencias en la Compañía en esta fecha 1.350 Ptas. Producto de la venta de todos los vapores y material que constituían los únicos bienes de la Sociedad 200.000 Ptas. Contribución al haber total de la Compañía 201.350 Ptas. Debe la Sociedad y debe pagar los gastos regulares y ordinarios de fin de mes y los que originó la disolución de la misma en cantidad igual á las aportaciones de los socios al constituir la Compañía representados por las 200 acciones de 1.000 pesetas cada una completamente liberadas á cuyos tomadores de hoy se adjudica esa suma á razón de 1.000 pesetas efectivas por cada acción de igual valor nominal que formaron el capital social. 3º. En virtud de la adjudicación expuesta procedieron los señores concurrentes al canje de los títulos por el efectivo de su valor representado quedando las acciones recogidas y pagadas, unidas á su correspondiente libro talonario con los demás documentos, libros y papeles de la disuelta Sociedad. Y de todo lo ocurrido y pasado en esta sesión se levanta la presente acta de que se certificará para los usos acordado y de todo lo cual yo el Secretario certifico […] con el Vº Bº del Presidente en Algeciras á 8 de Octubre de 1914. Fdº. Presidente: Montero. Secretario: Antonio Soriano”.

El vapor 'Aline' arribando a Gibraltar. El vapor 'Aline' arribando a Gibraltar.

El vapor 'Aline' arribando a Gibraltar.

Una vez tomado el acuerdo de disolución, quedaba el acto legal de hacer efectiva la misma, el cual se produjo el 13 de Noviembre de 1914, cuando: “Don Francisco Vicente Montero Riera […], Don Antonio Soriano Lapuerta y Don Atanasio Lorenzo Álvarez Pascual […], concurrieron al otorgamiento de escritura de disolución de la Compañía Anónima de Vapores del Sur de España, el primero como Presidente, el segundo como Secretario y encargado de Caja y Contabilidad, y el tercero como vocal de la misma […], afirmando todos tener capacidad legal para otorgar válidamente la disolución de la Compañía Anónima de Vapores del Sur de España […] Adjudicación: Conforme á todo lo anterior en la citada Junta (recogida en el acta transcrita), se acordó adjudicar (coincidiendo con el desarrollo del punto 3º de la sesión del acta reseñada), á Don Francisco Vicente Montero Riera, Don Antonio Soriano Lapuerta y Don Atanasio Lorenzo Álvarez Pascual las 200.000 pesetas del haber social como pago de las 200 acciones en que se halla dividido el haber de la Compañía y que por terceras partes pertenecientes á los tres señores comparecientes adjudicándose á cada uno de ellos 66.666’66 Ptas. y 2/3 de Céntimo. Procediéndose al canje de las acciones por su valor en dinero […] Estipulaciones A) Dar por disuelta, terminada y extinguida la Compañía Anónima de Vapores del Sud de España. B) Declarar sin ningún valor ni efecto de hoy en adelante la escritura de constitución de dicha compañía cuya inscripción en el Registro Mercantil será debidamente cancelada. C) Aceptar la liquidación y balance que de la expresada compañía se hizo en la Junta General extraordinaria de 21 de junio de este año (1914). D) Aceptar así mismo […] la adjudicación de 66.666’66 Ptas y 2/3 de Cts, que á cada uno ha sido hecha y cuya cantidad recibieron en la indicada Junta al canjear por ellas sus acciones. E) Otorgar mutua y recíprocamente cartas de pago de sus deberes como consocios quedando en libertad y sin obstáculo alguno para el ejercicio de sus respectivos comercios, industrias y profesiones. F) Aceptar en todas sus partes la presente enterados de los derechos y obligaciones que por ella adquieren y contraen. G) Quedar enterados de las advertencias de pagos de impuestos de derechos reales e inscripción de esta en el Registro Mercantil. Testigos: Juan Guerra Ríos (de profesión procurador y representante en nuestra ciudad de la empresa londinense Algeciras (Gibraltar) Railway Company, tenía su domicilio en el número 3 de la calle Rocha), y Rafael Duarte Gómez (de profesión comerciante y propietario de un tejar en la Villa Vieja, tenía su domicilio en calle Cristóbal Colón 46, muy cerca de la ya extinta Compañía Anónima de Vapores del Sud de España).

Afortunadamente para los ex trabajadores de la “Sur de España”, la actividad de los vapores, prosiguió con toda normalidad bajo la dirección de la recién llegada Compañía de los Ferrocarriles Andaluces, pasando a engrosar la mayoría de ellos la plantilla de la nueva empresa, prosiguiendo por tanto el popular Aline surcando las aguas de la bahía, según demuestra la siguiente luctuosa información datada documentalmente en 1915: ”El contramaestre del Aline, Pascual Márquez que ayer había sido encargado por primera vez del mando de este barco como Capitán interino sufrió un desvanecimiento al atracar al muelle y al ser llevado a la Casa de Socorro falleció victima de una embolia”.

Tres años más tarde aún proseguía prestando servicios entre Algeciras y Gibraltar el apreciado por los algecireños vapor Aline, según refiere este otro documento consultado, en referencia a las protestas ciudadanas que exigían a las autoridades la modernización de los barcos de la Compañía de los Ferrocarriles Andaluces: “El asunto ha merecido la atención ciudadana, sin que se haya tomado otras medidas que mandar al taller de reparaciones a los vapores Aline y Elvira, dejando únicamente para atender el servicio al Margarita, que por los achaques propios de su edad y por los grandes beneficios que ha reportado á la Compañía se ha hecho acreedor también al retiro”.

Varios años después en 1918, encontramos nuevamente prestando servicio al Aline en aguas de la bahía: “Ha sido organizada en Gibraltar una excursión por la Compañía Punta de Europa a la Ballenera, en el vapor de dicha entidad Aline”. Quedando el tan recordado, barco –que fue “santo y seña” de la Compañía Anónima de Vapores del Sud de España que en 1905 lo mandara construir–, destinado a los trayectos de recreo. Ambos –compañía y vapor–, marcaron toda una época tanto en la tradicional navegación con Gibraltar como en la acción emprendedora de nuestra ciudad; en un futuro intereses políticos y económicos obstaculizarían tales actividades.

Pero esa es otra historia.

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