Los 19 voluntarios de la asociación Gaia de Algeciras han regresado de la localidad marroquí de Larache con la sensación de que han vuelto a sembrar y de que pronto regresarán para recoger. Han desarrollado tres talleres con niños y mujeres de la zona de las asociaciones Cherif Idrissi y Madrassa e innovaron con la puesta en marcha el domingo de una jornada de convivencia en la playa en la que participaron padres, niños y madres. Se trata de una novedad con respecto a las tres experiencias anteriores.

Los voluntarios, todos andaluces, aunque una buena parte de ellos procedían del Campo de Gibraltar, enseñaron y a su vez aprendieron en el taller de teatro para niños y en los de yoga y biodanza y maquillaje para mujeres. Cerca de 30 niños y 12 mujeres marroquíes disfrutaron de unas jornadas intensas y que compartieron espacio.

Dejaron rastro en sus conocimientos para que cuando regresen puedan seguir profundizando. Por ejemplo les han dejado puestas tablas de respiración con el fin de que los próximos ejercicios sean más progresivos. "Han descubierto que necesitan tiempos para ellas, al igual que nosotras ya lo advertimos. Han desarrollado un crecimiento personal", explica Curra Berrocal, presidenta de Gaia, que afirma que el enriquecimiento social y cultural se produce en las dos vías.

El perfil de los voluntarios va desde profesiones en arte dramático a cooperantes internacionales. No hay requisitos concretos, salvo ganas de implicarse.

Los talleres pusieron el punto y final con el desarrollo de un pasacalles y de una función de teatro, que sirvió para que los alumnos pusieran en práctica sus conocimientos, pero no sólo hubo niños y madres. Los voluntarios también se involucraron y coinciden en que se han sentido totalmente integrados con una tierra que ya no les resulta extraña. Dormían en un hotel de la zona, pero el resto del día lo pasaban en diferentes casas. "Es una convivencia en la que de verdad se estrechan lazos", asegura Berrocal. Ya piensan en el regreso.