Emalgesa ha comunicado a la Asociación de Vecinos La Perla que va a arreglar los imbornales de la avenida Aguamarina de Algeciras para evitar la acumulación de agua cada vez que caen lluvias.

El teniente de alcalde consejero delegado de Emalgesa del Ayuntamiento algecireño, Javier Vázquez Hueso, y el delegado de Participación Ciudadana, Jorge Juliá, han realizado esta miércoles una visita a la avenida Aguamarina acompañados por el presidente de la Asociación de Vecinos La Perla, Juan Téllez, y el jefe de Redes de la empresa municipal de agua, Salvador Moreno.

Los responsables han dado conocimiento a la entidad vecinal de las mejoras que se van a acometer, consistentes en el refuerzo de recogidas de aguas pluviales en dos zonas de la avenida, ejecutando tres imbornales situados en los puntos más sensibles con la intención de reducir las acumulaciones de agua que se producen ante lluvias de intensidad moderada alta.

Vázquez Hueso ha explicado que cada vez que existe una alerta amarilla por lluvia, el primer teniente de alcalde y consejero delegado de Algesa, Jacinto Muñoz, ordena la recogida especial de hojas de esta calle; pero incluso así, son muchas las que caen de los árboles con las precipitaciones, siendo arrastradas hasta los puntos más bajos de la avenida Aguamarina con el consiguiente taponamiento de los imbornales.

Con estas actuaciones, Emalgesa entiende que aumentará la capacidad de recogida superficial de los imbornales situados frente al bar Los Arcos y en el cruce de La Perlita, estando prevista la inclusión de sistemas de buzón que permitirán que se siga evacuando agua de lluvia cuando se acumulen las hojas. Estos trabajos paliarán así la incidencia de las lluvias de carácter moderado alto, si bien se mantendrá la vigilancia de su efectividad a fin de seguir tomando nuevas medidas en próximos veranos.

El teniente de alcalde ha incidido en que, pese a la simpleza aparente del trabajo, estas actuaciones son de mayor complejidad al situarse la avenida sobre el río de la Miel, con un cajón de hormigón muy grueso y que está muy somero, lo que reduce considerablemente el espacio para nuevas infraestructuras e implica mayor labor para conectar los imbornales a este.