Algeciras arropó ayer a la Virgen del Carmen en su tradicional procesión marítima. Este es un año muy especial por el 275 aniversario de la fundación de la Archicofradía del Carmen.

A las 19:00 salió de la Iglesia de la Caridad la cruz de guía de la Virgen seguida por el cortejo. Numerosas personas esperaban en silencio en la plaza Juan de Lima a la Estrella de los Mares. Minutos después estallaban los aplausos y vítores con la salida de la patrona de los marineros.

Treinta costaleros fueron los encargados de pasear a la Virgen del Carmen por la ciudad, con la banda municipal de música Nuestra Señora del Rosario de El Cuervo (Sevilla) y un buen número de algecireños acompañándolos a más de 28 grados. "Abajo hace calor, pero el año pasado era peor", comentó uno de los costaleros. En cada descanso los faldones se levantaban para que los costaleros, agarrados a la zambrana, tomasen algo de aire y agua."Abajo hace calor, pero el año pasado era peor", comentó uno de ellos.

La tarde fue calurosa pero sus fieles, muchos con escapularios y medallas, no querían perderse a la Virgen del Carmen, a la que arroparon durante todo el camino.

Ya desde el inicio del recorrido se hizo notar ese cariño con una petalada al comienzo de la calle Tarifa y con un gran número de promesas que obligó a recolocar a la banda para que pudiera ser escuchada junto al paso, provocando un pequeño atoramiento en la calle durante un par de minutos.

Pasadas las 20:00, la Virgen hacía su entrada en el puerto de Algeciras con la saeta marinera a la Virgen del Carmen sonando durante su recorrido por él. Media hora después la imagen se colocó sobre la embarcación Aitana del Carmen entre gritos de "¡Viva la Virgen del Carmen!" y "¡Guapa!" de sus fieles, iniciando su paseo por la bahía para bendecir las aguas.

Durante su hora sobre el mar, la patrona de los pescadores se vio acompañada por numerosas embarcaciones, la mayoría de recreo, pocos eran los barcos de pesca que se encontraban en el agua y gran parte de ellos estaban amarrados en el puerto. La procesión está perdiendo su tradicional esencia marinera, pero desde tierra se encargan de arropar a la Estrella de los Mares en su día. Muchos otros lo hacen desde la playa, donde disfrutan de la celebración junta a familiares y amigos bajo el sol.

Con la salve marinera sonando, la procesión dirigida por Pablo Aragón Ropero, continuaba su camino hacia la Iglesia de la Palma, donde visitó a la patrona de la ciudad, que en menos de un mes celebra su fiesta.

Desde la plaza Alta hasta Juan de Lima muchos fieles acompañaron a la imagen de la Virgen del Carmen. El arropo de su gente fue el mejor broche de oro para la salida procesional de la Estrella de los Mares, que ya espera a 2019.