Alguien reflexionó con motivo del 40 aniversario del Grupo Scout San Jorge que es lo mejor que le ha pasado a La Piñera. El padre Pedro fue ayer más allá al defender que es lo mejor que le ha pasado al barrio y a la parroquia. Esta escuela de vida sigue muy activa para que los niños y jóvenes aprendan la ley scout, unos valores que se echan en falta hoy día.

La parroquia Espíritu Santo se llenó de antiguos miembros y de la savia nueva scout. Era un día especial y el colofón a cuatro jornadas llenas de actos. La misa fue muy participada y sobre todo festiva y alegre como tiene que ser. El padre Pedro aprovechó la ocasión para recordar las palabras del fundador del scoutismo, el británico Badin Powell, cuya herencia sigue viva. "Ved siempre el lado bueno de las cosas. La mejor manera de conseguir la felicidad es hacer felices a los demás. Procurad dejar este mundo mejor de lo que era cuando vinisteis a él. Estad siempre listos para ser felices", repitió. El sol permitió que tras la misa se celebrara una jornada de convivencia que contó con la preparación de un arroz en el polideportivo. Así los que han formado parte de este grupo y los que ahora lo sacan adelante compartieron experiencias y formaron el gran círculo scout.

Las sudaderas rojas con los nombres de los responsables de grupo en el interior del número 40 fue la indumentaria de muchos aparte del pañuelo scout que llevaba hasta el párroco. Todos se volcaron y ayudaron a los niños y jóvenes a vender cedés con 600 fotografías de las andanzas de un colectivo que también plantó cara a la droga. Un grupo organizado, autónomo y responsable que defiende un estilo de vida sano apagó 40 velas. Sin medallas ni aplausos. 40 años les avalan. Y que cumplan muchos más.