Algeciras

Ambiciones y sueños sobre el albero

  • La Escuela Municipal de Tauromaquia de Algeciras celebra su novillada en clase práctica

ángel Molina Guzmán toreó 90 corridas por año cuando perteneció a la cuadrilla del bombero torero. Es uno de los toreros cómicos de renombre de Algeciras. Molina lamentaba ayer en los exteriores de la plaza el decaimiento de las novilladas. "En 1957 se hacían las 23:00 y se quedaba gente fuera de la plaza", aseguró.

La Escuela Municipal de Tauromaquia Miguel Mateo Miguelín celebró ayer su novillada en clase práctica. La lidia en Las Palomas sirvió de mucho a los jóvenes que sueñan cada día con convertirse en figuras de la fiesta y llenar plazas del mundo.

Corruco de Algeciras abrió la lidia con un eral al que cortó una oreja. El algecireño se mostró voluntarioso y toreó con criterio como el resto de sus compañeros de cartel.

En los tendidos el público aplaudió a cada instante y vitoreó la salida de cada espada. Desde el callejón el que fuera director artístico de la escuela, Diego Ramos El Merlo no cesó en sus indicaciones a los aprendices. Aplaudió sus aciertos y corrigió sus errores. En el toreo también hay docencia.

El torero Juan Repullo se mostró inquieto durante la lidia. Es el responsable de las actuaciones de sus pupilos.

Guillermo Corbachó cortó el rabo a un añejo con muchísimo recorrido y al que hubo leña que cortarle. Los tendidos se volcaron en la petición de trofeos.

Los jóvenes abrieron la Puerta de Feria y pudieron conocer el sentir del triunfo. Esa inenarrable sensación que tiene que producirse en el cuerpo de un inexperto torero que a hombros ve desde el centro del ruedo a Miguelín.

Hubo despedidas al término de la corrida. Empleados de plaza y empresa no volverán a encontrarse hasta dentro de un año con una nueva feria.

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