El Ayuntamiento de Algeciras se ha puesto en marcha para tratar de recuperar el sistema dunario de la playa de El Rinconcillo, del que también forma parte el paraje natural del río Palmones. El alcalde de la ciudad, José Ignacio Landaluce, anunció que ha presentado una propuesta al programa europeo LIFE Naturaleza y Biodiversidad para llevar a cabo esta iniciativa, que llega a través del Departamento de Fondos Europeos.

El proyecto, que se ha denominado LIFE ecosistema dunar, propone una serie de estudios que abordarán el desarrollo de la dinámica de esta parte del litoral algecireño y también realizarán un diagnóstico sobre la relación que pueda existir entre la pérdida de arena y el retroceso del sistema dunar a causa de las infraestructuras portuarias.

El proyecto, de ser seleccionado, tendría una duración de 36 meses y un presupuesto estimado de 1.830.350 euros, de los que se solicita una contribución financiera de la Unión Europea por importe de 718.710 euros. La aportación restante, 1.111.640 euros, correría a cargo de los fondos del propio Ayuntamiento de Algeciras.

El Consistorio algecireño pretende que las playas de El Rinconcillo frenen su pérdida de arena, o lo que es lo mismo, llevar a a cabo un estudio para mantener intacto el sistema dunario de este enclave algecireño. Esto supondría salvar un hábitat de gran valor medioambiental.

Con estos estudios, el Consistorio persigue aportar alguna posible solución que pueda mitigar los efectos de la pérdida de arena en la playa, que ponen en peligro la supervivencia de un enclave tan singular como este en el arco de la Bahía de Algeciras. La fauna y flora que comparte el hábitat de las marismas y el estuario del Palmones también se ve perjudicada por la problemática de la desaparición de la arena. La limpieza de microplásticos, una campaña de concienciación ciudadana, aparecen como elementos secundarios de esta propuesta.

La propuesta para la reposición de este emplazamiento en el Palmones cuenta con el respaldo de la Autoridad Portuaria Bahía de Algeciras (APBA) y el Instituto de Hidráulica Ambiental de la Universidad de Cantabria.