Con un título apropiado para una obra de teatro del absurdo, el primer documental trata de esbozar un perfil biográfico del cineasta Joaquín Jordá. La propuesta muestra al mismo tiempo el proceso creativo, basado en ensayo-error, describiendo la maquinaria y las herramientas cinematográficas, saltando las reglas cronológicas, a modo de puzzle que debe componer el espectador. Por su parte, el segundo, habla de la vida de los pescadores de un pequeño pueblo asturiano desde la perspectiva del propio mar y desde los que esperan en tierra. Resulta un trabajo de corte clásico y prolijo, donde se entrelazan testimonios personales, visiones históricas o antropológicas por parte de estudiosos y expertos, sentimientos y angustias, etc., todo engarzado, paradójicamente a través de un personaje ficticio que, sin embargo, nos retrata una dura realidad.