La economía circular en el olivar

Aceite de orujo de oliva, vocación exportadora

  • Pionero en economía circular, es el gran desconocido entre los consumidores nacionales y hace sostenible toda la actividad oleícola.

Fritura con aceite de orujo de oliva.

Fritura con aceite de orujo de oliva.

España es el primer productor mundial de aceite de orujo de oliva, de un gran valor económico, social y medioambiental y que en los últimos años ha experimentado un notable incremento en sus exportaciones, aunque el comportamiento no ha sido el mismo en el mercado interior, según los datos facilitados por la Asociación Interprofesional del Aceite de Orujo de Oliva (Oriva).

La producción copa principalmente el mercado exterior. El 85% de las ventas de aceite de orujo de oliva se destinan a la exportación. El crecimiento de las ventas al exterior ha sido una constante que, no solo ha ayudado a mantener el sector orujero, sino que lo ha consolidado como embajador en la apertura de nuevos mercados agroalimentarios.

La cantidad exportada en el periodo 2017/2018 ha sido de 108.575 toneladas en el conjunto nacional, un 7,1% más que en la campaña anterior y un 19,9% más que en la media de las cuatro anteriores. De ese volumen, 91.090 toneladas eran procedentes de Andalucía.

Las ventas de aceite de orujo de oliva envasado en el mercado nacional han sido de 13.972 toneladas en la campaña 2017/2018, lo que ha supuesto un descenso del 17% en comparación a la anterior y de un 9% respecto a las cuatro anteriores.

Brecha generacional en el consumo

Y es que el aceite de orujo de oliva es el gran desconocido en España. Según un estudio de Oriva realizado por GFK entre los consumidores en España, solo un 4,5% de los encuestados mencionaron el aceite de orujo de oliva entre los aceites para consumir, aunque un 56,8% reconoció saber de su existencia, incluso sin haberlo probado. La encuesta también desveló una brecha generacional, siendo los mayores de 60 años los más familiarizados con el producto.

Una de las características de la producción de aceite de orujo de oliva es que hace sostenible toda la actividad oleícola, convirtiéndose en un ejemplo de economía circular con residuo cero. El sector orujero asume el reciclado de las aguas vegetales de las almazaras del sector de los aceites de oliva.

¿Cómo se produce?

El aceite de orujo de oliva es el que contiene exclusivamente aceites procedentes del tratamiento del orujo de la oliva y de aceites obtenidos directamente de aceitunas.

La industria está formada por 42 centros orujeros/extractoras y de nueve refinerías distribuidas por Andalucía, Castilla-La Mancha, Cataluña, Extremadura, Murcia y Navarra. Alcanzó una facturación de 485 millones de euros en la campaña 2017/2018, -366,50 millones en Andalucía-, generando 18.000 puestos de trabajo, de los que 11.400 están en Andalucía.

Este tejido industrial permite que España ofrezca una producción estable que se sitúa en una media en las últimas campañas de 120.000 toneladas anuales. En la campaña 2017/2018 la producción ha alcanzado las 117.302 toneladas, de las que 86.743 se produjeron en Andalucía.

El sector orujero permite el aprovechamiento integral del alpeorujo u orujo graso húmedo; que es la materia sobrante en las almazaras después de la extracción del aceite de oliva y supone hasta el 80% de la aceituna, porcentaje que muestra la magnitud de la labor medioambiental que realiza la industria orujera. Según datos de la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA), valorados por la Asociación Nacional de Empresas de Aceite de Orujo (ANEO), en la campaña 2017/2018 se han transformado 5,1 millones de toneladas de alpeorujo en compuestos de valor.

Aprovechando el 100% de la aceituna, gracias a sofisticados procesos industriales de secado, extracción y refinado, el alpeorujo permite aprovechamientos de gran interés.

La mayor parte, un 60% se transforma en vapor de agua. Un 2% se convierte en aceite de orujo crudo, que será transportado a la refinadora para convertirlo en el aceite de orujo de oliva. Y un 38% da lugar a biomasa, una fuente de energía sostenible usada tanto para el autoconsumo de la industria, como para su comercialización.

La biomasa se obtiene principalmente en forma de orujillo y hueso de aceituna, ambos con un contenido energético importante, fuentes tanto de energía térmica como eléctrica. Las tecnologías que conviven actualmente en el sector para su obtención son la combustión directa, los ciclos de vapor y la cogeneración.Otro producto de gran interés es el compost, una forma racional, económica y segura de obtener abono a partir de los residuos orgánicos del proceso de extracción. También las grasas y pastas de refinería utilizadas en la alimentación animal y la industria cosmética.

La industria consigue además la extracción de otros compuestos de alto valor añadido con aplicaciones nutricionales y cosméticas, muy apreciadas por la industria farmacéutica.

Principalmente fenoles, compuesto de alto poder antioxidante con amplia aplicación en cosméticos y complementos alimenticios, e hidroxitirosol, un antioxidante del que se obtienen derivados como los nitrocatecoles, con un gran poder alimenticio y aplicaciones en el tratamiento oncológico.

Reciclado de aguas

Oriva subraya que junto al aprovechamiento del 100% de la aceituna, el sector orujero asume el reciclado de las aguas vegetales de las almazaras del sector de los aceites de oliva. Son aguas con elevados niveles de DQO (Demanda Química de Oxígeno) y de DBO5 (Demanda Biológica de Oxígeno durante 5 días) que, de esta manera, no perjudican al entorno.

Pero, además, el valor medioambiental también está en el uso de energías renovables como la biomasa. El uso de este recurso energético de manera sostenible, en lugar de otros combustibles fósiles, conlleva ventajas para el entorno como el aprovechamiento de residuos agrícolas o la minimización de emisiones, puesto que se trata de un combustible neutro desde el punto de vista del ciclo del carbono.

Se trata de una biomasa producida por la propia industria, aprovechando el potencial de la economía circular. Oriva destaca el valor medioambiental “que es diferencial y que muestra el carácter pionero del sector en apostar por un modelo productivo más inteligente, sostenible e integrador”.

El aceite de orujo de oliva solo puede incluir en su composición aceite de orujo de oliva refinado y aceite de oliva virgen o virgen extra, según el Reglamento de la Unión Europea.

La diferencia respecto a los otros aceites del olivar (virgen extra, extra y aceites de oliva) es el momento y método de extracción.

El aceite de orujo de oliva se obtiene a partir del extractado del alpeorujo –materia restante de la molturación de la aceituna– y del refinado del aceite de orujo crudo obtenido de dicha extracción. Una vez terminado el proceso de refinación, el aceite de orujo refinado se mezcla con una pequeña proporción de aceite de oliva virgen extra. En este punto el producto está preparado para venderse a granel o para ser envasado y distribuido.

Este proceso de obtención confiere al aceite de orujo de oliva una composición diferencial. Se enmarca en el grupo de las grasas vegetales, con hasta un 85% de ácidos grasos monoinsaturados, principalmente ácido oleico, cuyo principal beneficio es su intervención positiva sobre la salud cardiovascular.

Junto a las propiedades saludables, el aceite de orujo de oliva presenta destacadas ventajas en cocina, sobre todo en fritura, donde sobresale por su durabilidad y rentabilidad.

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