Frutos secos

El almendro de regadío gana posiciones

  • Una floración temprana de los frutos adelanta la campaña. La superficie dedicada a este cultivo creció un 6,6%. Aunque en el conjunto nacional hay más árboles, la producción se mantiene porque la mayoría de las explotaciones siguen siendo de secano

Explotación de almendros en regadío.

Explotación de almendros en regadío.

El almendro de regadío es la estrella de los frutos secos en Andalucía, un sector que sigue ganando terreno en nuestra comunidad autónoma, donde la campaña viene adelantada este año por una floración temprana, según explica Asaja Córdoba.

Los datos de producción y superficie de 2019 a partir del Avance de Superficies publicado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación apuntan a una consolidación del sector de los frutos secos en España.

La Asociación Española de organizaciones de productores de frutos secos y algarrobas (Aeofruse) destaca el crecimiento de hectáreas en el cultivo del almendro en nuestro país, que ha pasado de 657.768 hectáreas en 2018 a 687.225 hectáreas en 2019, lo que supone un aumento de un 4,48%. Significativo es el incremento del cultivo en regadío, que crece un 11,6% con respecto a 2018, mientras que el cultivo en secano aumenta un 3,29%.

Por comunidades autónomas, destaca el crecimiento del cultivo del almendro en Andalucía, que pasa de 198.983 hectáreas en 2018 a 212.223 en 2019, lo que supone un incremento de un 6,65%. También es remarcable el incremento del 12% registrado en Extremadura, pasando en este caso de 9.164 a 10.276 hectáreas.

Producción nacional

A pesar de ese aumento en superficie, la producción nacional se ha mantenido, siendo de 340.421 toneladas cáscara (339.033 toneladas en 2018), algo que está motivado por los inferiores rendimientos registrados durante la anterior campaña, especialmente en los secanos. De hecho, más del 85% de las hectáreas de almendro en España continúan siendo en secano, frente al 100% en regadío existente en California, principal productor mundial.

Es por ello que los rendimientos medios en California giran en torno de 2.000 kilos por hectárea, mientras que en España no llegamos a una media de 150 kilos por hectárea. Por otro lado, más del 70% de las producciones españolas tienen menos de 10 hectáreas, mientras que en California son las explotaciones de más de 50 hectáreas las que ocupan ese porcentaje.

En cuanto a la campaña, Asaja Córdoba explica que viene adelantada en la provincia por una floración temprana de unos 10 o 15 días aproximadamente en todas las variedades debido a las temperaturas moderadas.

Como en los últimos años, las suaves temperaturas del final del invierno propician un adelanto de la floración, que hacen que las almendras tengan ya un buen tamaño y el desarrollo sea óptimo. Hasta el momento, en este año “la climatología se ha aliado y ha permitido que la lluvia que ha caído en los últimos meses contribuya al buen estado actual de los almendros”, subrayan.

De este modo, aunque es pronto para hablar de previsiones, ya que “las condiciones climatológicas pueden conllevar alguna sorpresa”, las expectativas de Asaja Córdoba son que las producciones sean razonables y que este año se note una mayor producción en toda la provincia debido a que hay más superficie de almendros que están en la fase de dar sus primeras y segundas cosechas.

Asegurar la cosecha

Y es que, si en el año 2018 había 1.434 hectáreas en producción en la provincia de Córdoba, esa cifra aumentó a 2.525 en 2019, con una producción total de más de 6.000 toneladas, frente a las 1.442 toneladas del año anterior.

No obstante, la organización afirma que queda mucha campaña aún y “quedan semanas en las que el calor excesivo, el viento o el pedrisco pueden ocasionar daños”, por ello, insiste en la importancia que tiene haber asegurado la cosecha y también la propia plantación.

De hecho, el sistema de seguros sigue funcionando con normalidad y, en el caso de cultivos como el almendro, ofrece en estos momentos la posibilidad de quedar asegurado contratando el módulo P con el que fenómenos, como el granizo, está cubierto.

Por lo que respecta a la avellana, la superficie nacional de 2019 (13.023 hectáreas) es similar a la registrada para 2018 (13.505 hectáreas), mientras que la producción ha alcanzado las 12.371 toneladas cáscara, un 54% superior con respecto a las 8.033 toneladas cáscara cosechadas el año anterior.

Demanda de los consumidores

Este crecimiento continuado en el cultivo de frutos secos responde a una mayor demanda por parte de los consumidores a nivel global.

En particular, durante las semanas de confinamiento en España, y según el Análisis de consumo en el hogar publicado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, los frutos secos han experimentado notables incrementos en las compras por parte de los hogares españoles, aumentando un 61% en la semana 13 del año 2029 con respecto a la misma semana de 2019, un 78% en la semana 14 y un 58% en la semana 15.

Aeofruse destaca que el consumo de almendra y avellana está avalado científicamente por sus valores nutricionales y beneficios para la salud. “De hecho, numerosos estudios como el ensayo clínico Predimed confirman la correlación entre el consumo frecuente de almendra y avellana y la reducción del riesgo de sufrir un infarto, un ictus y otras enfermedades cardiovasculares”, afirman.

Además, la organización insta a defender un etiquetado que indique el origen de los frutos secos, potenciando a su vez el consumo de producto con origen español frente a otras producciones como las de Estados Unidos o Turquía. Y es que Europa es netamente importadora de almendras y avellanas.

España importa anualmente más de 90.000 toneladas de almendra procedente de California.

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