Coronavirus Almería

Las plantas no entienden de virus y el estómago tampoco

  • Junto al personal sanitario, los trabajadores del campo y el mar son los otros ‘héroes’ de esta batalla; ellos siguen al pie del cañón con medidas de seguridad dentro de su rutina

David Gómez, agricultor en La Mojonera

David Gómez, agricultor en La Mojonera / Diario de Almería

Mientras unos tienen la obligación de parar, otros deben continuar. “Las plantas no entienden del virus”, así lo apunta David Gómez, agricultor en La Mojonera. Este productor explica que mantienen su rutina: “No podemos hacer otra cosa, si tenemos las plantas tenemos que continuar, si arrancamos se acaba la cosecha”. En los invernaderos de Gómez, en los que se cultiva pepino, tomate, sandía y melón, el trabajo sigue con ‘normalidad’, ya que si los horarios y la labor son similares a los de hace una semana, lo que cambia es la imagen, puesto que los jornaleros van ataviados con guantes y mascarillas y mantienen una distancia de seguridad entre unos y otros. Él lleva su producción a un almacén, donde se les paga según el segundo precio de alhóndiga, en esta línea señala que el valor de la producción está incluso subiendo, quizás por el aumento de demanda por parte del consumidor que ha intensificado sus compras ante las medidas del Estado de alarma para frenar la expansión del coronavirus.

Luis Miguel Fernández (Coexphal): "Hay más presión de demanda, pero estamos siendo capaces de afrontarla"

“A nivel agro estamos trabajando al ritmo habitual, si bien hemos tomado algunas medidas”, detalla Lola Gómez, gerente de Clisol Agro Turismo. En la rutina se han cambiado algunos hábitos por iniciativas de seguridad, así en lugar de ir cuatro trabajadores a la finca en el vehículo de la empresa ahora van en parejas también usando el vehículo particular y para cuyo gasto de transporte contribuye Clisol, asimismo marchan con mascarillas y justificante laboral. Ya en los invernaderos, en los que estos momentos se recolecta tomate y pimiento, como relata Gómez Ferrón, cada trabajador se pone en una calle para guardar las distancias; de este modo, también para evitar que los empleados compartan un pequeño espacio, a la hora de comer cada uno come en su líneo. “Nosotros somos socios de Vicasol y ahora mismo se está enviando todo, por lo que la actividad agrícola sigue a un ritmo normal”. La parte que se ha visto afectada en esta empresa ha sido la turística, para Clisol esta primavera registraba el mayor número de visitas concertadas de su historia y todo se ha cancelado. “Las cancelaciones empezaron la semana pasada. Además de Imserso, colegios, particulares y demás de aquí, nos han cancelado universidades inglesas, alemanas, holandesas, un grupo de Japón, así como una operativa que teníamos todos los sábados con austriacos. En este sentido, estamos parados con una sensación muy rara”. Las medidas que toma el Gobierno van sobre la marcha, en este sentido, respecto al agro, Gómez Ferrón expone que todo dependerá de hasta cuándo se consideren primera necesidad las hortalizas, ya que los camiones suben cargados al resto de Europa pero bajan vacíos de otros enseres, “esto es un coste para las empresas de transporte”. Clisol también vende online, pero esta actividad también la ha cesado puesto que sus principales clientes radican en Madrid, País Vasco y Cataluña y los repartidores no garantizan su reparto.

Paulino Ocón (transportista): "No hay lugares donde hacer nuestras necesidades, salvo las ruedas”

Los supermercados han reiterado esta semana a la población que esté tranquila, que no habrá problemas de abastecimiento, pero hasta llegar a la comercialización hay unos eslabones previos que se pronuncian en la misma línea. Si David Gómez y Lola Gómez exponen que el trabajo en campo persiste, las cooperativas aseguran que la salida de los productos hortofrutícolas siguen el mismo camino. En esta línea, relata Enrique de los Ríos, director general de Unica Group, “más de 2 millones de kilos de verduras y frutas de temporada salen cada día de las cooperativas de Unica a los supermercados de toda España y Europa. Tenemos más de 5.000 agricultores que trabajan con el compromiso de que haya un suministro diario de productos saludables en los lineales al servicio del consumidor”. De los Ríos cuenta que todo el equipo de la cooperativa de segundo grado sigue haciendo su trabajo, manteniendo al 100% el compromiso de suministro con la sociedad y mejorando los protocolos de trabajo y confección para mantener la máxima seguridad y calidad.

Tras conocerse el lunes el cierre de las fronteras terrestres las dudas volvían a generarse en torno a la exportación e importación de alimentos, aunque, por ahora, la norma es firme y los transportistas sí pueden cruzar de país a país. Paulino Ocón trabaja con su camión, el Covid19 no ha frenado su trabajo pero sí ha cambiado el modo de desempeñarlo. Él ahora está en casa pero su hermano, con el que comparte profesión, sí ha cruzado la frontera rumbo a Suiza, “no se ven coches, solamente camiones”, le trasladaba a Paulino, quien apunta que los transportistas cruzan sin parar y sin que se les haga ningún control sobre la enfermedad. Su sistema de trabajo sí ha variado, de este modo explica que ellos ya no pueden acceder a los muelles de carga de las distintas empresas, el contacto personal es nulo; mediante una ventanilla pasan las hojas de envíos y ellos siempre deben permanecer en el interior del camión, son los de la propia empresa los que sacan el producto de almacén, cargan y los que quitan las barras. Al margen de lo laboral, los hábitos personales durante su jornada de trabajo también han cambiado; ahora más que nunca el camión y la carretera son su hogar, “no hay lugares donde hacer nuestras necesidades, salvo las ruedas”. Entre compañeros también se están organizando y difundiendo información útil, así Paulino Ocón señala que en un grupo de Facebook de camioneros han empezado a saltar mensajes de áreas de servicio donde hacen comida para llevar, “hasta ahora estaba todo cerrado, en algunas gasolineras nos pasaban, porque ellos quería, el café por la caja nocturna. En éstas, los aseos también estaban cerrados, comprensible, porque pueden ser un foco de infección”. Este transportista cuenta que no disponen de servicios salvo los propios, “algunos llevamos duchas portátiles en el camión. A mí me pilló en Italia el auge del coronavirus y yo no salí del camión, aquí hacía todo porque no me fiaba de salir”.

De manera global en el sector agrícola almeriense, “está habiendo relativa normalidad atendiendo a las circunstancias”, expone Luis Miguel Fernández, gerente de Coexphal. Éste detalla que se han reforzado mucho las medidas preventivas en los almacenes, lo que ha supuesto que las empresas hayan tenido que doblar turnos para cumplir con la distancia de seguridad sanitaria, también la limpieza, sobre todo en espacios comunes, para minimizar el riesgo y trabajar con garantías para abastecer al mercado, “si por mala suerte alguna persona de un almacén diera positivo en Covid 19, esto sólo afectaría a la misma y a las que han trabajado con ella, no a todo el almacén, por ello es importante que todas las empresas cumplan las medidas”. Fernández reconoce que hay una mayor presión de demanda que en la misma época de otro año, pero insiste: “Estamos siendo capaces de afrontarla”. Por último hace una llamada de atención sobre la industria auxiliar de la agricultura, sobre la que recalca que es muy importante para el desarrollo de la actividad en el campo.

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