Jornadas de Banco Santander en Sevilla

PAC: El conflicto de Ucrania pone en jaque a Bruselas

  • La nueva Política Agrícola Común ya aprobada se tambalea. La garantía del suministro y la soberanía alimentaria de la UE requieren medidas concretas. La nueva PAC y nuestra alimentación

El pasado 23 de enero en estas páginas de AGR+Andalucía un artículo titulado “A por la soberanía alimentaria” que firmaba el secretario general de COAG, Miguel Blanco, ya alertaba sobre la necesidad de que los países de la CE se aseguraran el control del abastecimiento de alimentos a su propia población. Aún no había estallado el conflicto bélico en Ucrania, pero la pandemia por el Covid 19 y los problemas de encarecimiento de la energía y los insumos atenazaban al sector productor, que se enfrenta a una nueva regulación de la Política Agrícola Comunitaria (PAC) teñida de verde, en detrimento de la protección a la producción y con una previsión de importantes pérdidas de las ayudas para Andalucía, a tenor de los Planes Estratégicos elaborados por el Gobierno central.

Y si esto no era poco y con la sequía haciendo estragos, pocos días después se inició el conflicto bélico en Ucrania, asediada por Rusia, dos grandes potencias para el sector agroalimentario. “Estamos ante la tormenta perfecta”, dijo la consejera de Agricultura del Gobierno andaluz, Carmen Crespo, en las Jornadas sobre la PAC que organizó a semana pasada en Sevilla la Sección de Agro de Banco Santander y en la que pronunció una conferencia el director de Agroeuropa y Agropopular, César Lumbreras.

El periodista coincidió con las voces que se alzan estos días desde las distintas organizaciones agrarias al dudar de que la nueva PAC pueda ponerse en marcha tal y como ha sido concebida, priorizando las políticas de respeto al medioambiente que sacrifican la soberanía alimentaria, un concepto que en otros tiempos ni si quiera se consideraba, pero que a causa de la situación generada por la guerra y la pandemia ha pasado a primer plano.

“Tenemos dos problemas a largo plazo: la soberanía energética y la soberanía alimentaria”, señaló Lumbreras, quien incidió en que “necesitamos el mayor grado de autoabastecimiento de productos agroalimentarios fundamentales y para ello la nueva PAC no vale”. “La nueva PACnace muerta, si no termina en aborto”, agregó.

El periodista afirmó que la Política Agrícola Común “hay que adaptarla a la posibilidad de que se produzcan hechos extraordinarios”, porque actualmente no hay mecanismos de regulación de los mercados para reaccionar ante la falta de precios o la escasez de productos, ni se contempla habilitar stocks estratégicos de productos básicos, como los cereales o las oleaginosas.

Lumbreras entiende que hay que replantear la PAC dando prioridad a que la primera función de la actividad agraria es la producción de alimentos en cantidad, seguridad, calidad y a precios asumibles para los consumidores. Apoyó esta aseveración aludiendo al Tratado de Roma, en el que se fijan los objetivos de la Política Agrícola.

Fue tajante al exponer que “la estrategia De la granja a la Mesa” ha quedado desfasada , porque no nos lo podemos permitir en estos momentos” y reprochó a los gobernantes comunitarios que traten de aplicar unas políticas sin haber realizado previamente los estudios de impacto necesarios “que sí se hicieron en la anterior PAC, que es la que aún está vigente”.

Ante un auditorio repleto de representantes de importantes empresas de la región y de organizaciones de productores, cooperativas y el mundo ecológico, además de una destacada representación de la Consejería de Agricultura del Gobierno andaluz, César Lumbreras apremió a las instancias comunitarias: “No se lo que va a hacer Bruselas, pero las medidas tienen que ser rápidas porque en este sector los resultados no pueden esperarse a corto plazo y se va el tiempo para sembrar el girasol”.

En el coloquio posterior, el presidente de Asaja Andalucía, Ricardo Serra, introdujo otro tema de preocupación ante el conflicto bélico: el sobre abastecimiento de productos perecederos en Europa si Rusia y Ucrania cierran sus fronteras a las importaciones. Lumbreras respondió que la UE ha ido desmantelando los mecanismos de regulación de los mercados y abogó porque se vuelvan a habilitar, así como que se abran otros mercados para la importación de los cereales que la UE va a necesitar y citó a Estados Unidos, Canadá, Brasil y Argentina, aunque éste último sufre también problemas de sequía.

Jaque a Bruselas

A la hora de examinar las ayudas que el sector agroalimentario puede recibir de las administraciones, César Lumbreras se mostró pesimista y ante la situación de sequía que padece España, y especialmente Andalucía, señaló que no hay ayudas previstas, ni desde Bruselas, ni por la Administración Central. “Lo único que cabe esperar es un anticipo del 70% de las ayudas de la PAC en el mes de octubre; pero eso no es excepcional, es lo que ya se ha venido haciendo en los últimos años”.

Y en cuanto a los Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (Perte), dijo que lo que se espera para el sector son 140.000 millones, lo que supone un 0,75% de la ayuda total “que no llega ni al 1%, pese a que estamos hablando de un sector que es el segundo en exportación de bienes, con el 18% de las ventas al exterior y eso no parece lo adecuado”.

También la consejera de Agricultura aprovechó para reclamar a Bruselas instrumentos financieros, ayudas directas, que los fondos Next Generations se usen para el campo y que se retire de forma excepcionales 25% de la tierra que se queda en barbecho. En cuanto a la situación de sequía, reclamó al Gobierno central que aplique la doble tarifa para el regadío . “Es el momento del campo, del mundo rural y de no poner trabas amparándose en el medio ambiente”.

En la misma línea que discurrió la jornada sobre la PAC organizada por Banco Santander, también se ha pronunciado Asaja Córdoba, que solicita a la Unión Europea y al Gobierno de España la paralización de la reforma de la PAC por poner en riesgo la seguridad alimentaria, tal y como ha reconocido el comisario de Agricultura de la Unión Europea, Janusz Wojciechowski, quien dijo que “si la seguridad alimentaria está en peligro, entonces tenemos que volver a analizar los objetivos de la estrategia “de la Granja a la Mesa” y corregirlos”, tras una reunión especial con los ministros de la UE a raíz de la crisis de Ucrania.

Asaja: "Con las cosas de comer no se juega"

El presidente de Asaja Córdoba, Ignacio Fernández de Mesa, ha manifestado que “la realidad siempre acaba imponiéndose por más que algunos quieren cambiarla por oscuros intereses y es lamentable que haya tenido que ocurrir la barbarie y el desastre de Ucrania para que se empiecen a abrir los ojos de algunos y se den cuenta de lo que es verdaderamente importante”.

Asaja lleva denunciando desde hace mucho tiempo que “con las cosas de comer no se juega”, y esto es lo llevan haciendo desde hace años “muchos iluminados de forma irresponsable”, especialmente en la negociación y tramitación de la nueva reforma de la PAC que entrará en vigor en 2023, si no lo impide el sentido común.

Por ello, Asaja Córdoba pide a todas las instituciones de la UE, Parlamento, Consejo y Comisión, que paralicen la reforma de la PAC y se abra un nuevo debate para analizar las verdaderas necesidades de la sociedad europea en cuanto a tener garantizada de forma propia los alimentos, tanto en cantidad, como en calidad, a precios razonables para consumidores y agricultores y ganaderos.

También pide Asaja que sea el Gobierno de España quien lidere este asunto en la UE a través del ministro de Agricultura, Luis Planas, paralizando la aplicación de la reforma de la PAC en España y escuchar, de una vez por todas, lo que todo el sector le viene diciendo desde hace muchos meses: la nueva PAC que propone es mala para el sector, para la sociedad, para España y para la UE.

Recordó que Asaja denunció en agosto de 2021 que se había ocultado el informe realizado por el Centro Común de Investigación (JRC) de la Comisión Europea sobre el impacto de las estrategias “Biodiversidad” y “del Campo a la Mesa”, que son en las que se había basado la Comisión Europea, el Parlamento y los ministros de Agricultura de la UE, para la nueva PAC que acordaron el pasado mes de junio, esperando todos ellos a que hubiera habido un acuerdo político en Bruselas para darlo a conocer.

El informe ratificaba lo que ya indicó el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) en 2020, que el efecto de estas estrategias será una reducción sin precedentes de la capacidad de producción de la UE y de los ingresos de sus agricultores. Asaja Córdoba pide nuevamente una nueva PAC que reconozca que el campo produce para alimentar a toda la población con una calidad y seguridad alimentaria contrastadas y a unos precios razonables, que mantiene paisajes y ecosistemas únicos y que, además, es el mejor aliado para el cambio climático, al ser el único sector económico que es sumidero de CO2 y ser la actividad económica que mantiene la población en el medio rural y por tanto, es la mejor herramienta para luchar contra el despoblamiento.

UPA: medidas excepcionales

“Tiempos excepcionales requieren de medidas excepcionales”. Así lo cree la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), que ha propuesto a España y a Europa actuar “con valentía y urgencia” para proteger a los agricultores y ganaderos europeos de los vaivenes que ya venía sufriendo el sector agroalimentario y que la invasión de Ucrania por parte de Rusia ha terminado de empeorar.

UPA cree que se deben flexibilizar las exigencias de la PAC para incrementar la producción. Pide eliminar la exigencia de sembrar al menos tres cultivos a los agricultores que tengan más de 30 hectáreas o dos a los que tienen entre 10 y 30 hectáreas. También reclama que se puedan sembrar de oleaginosas el 5% de superficie destinada a zonas de interés ecológico, si se pensaba declarar sobre barbechos.La organización cree que se debe permitir el pastoreo de las zonas de interés ecológico y en los barbechos con cubierta vegetal, sin poner el riesgo el cobro de las ayudas PAC, ayudas cuyo pago Europa debe permitir adelantar dadas las circunstancias.

También debe autorizarse la alimentación convencional para la ganadería ecológica. Otra de las herramientas puede ser destinar fondos no ejecutados del Feader a medidas de ayudas directas para los sectores más afectados.“España es una potencia agroalimentaria, y nuestra posición debe afianzarse con medidas de apoyo a los agricultores y ganaderos”, afirma UPA.

En esa línea, la organización pide que se convoquen ayudas directas para los productores y se blinde la devolución del Impuesto Especial de Hidrocarburos, una medida de apoyo fiscal que “hoy tiene más sentido que nunca”, y que deberá complementarse con otras medidas de esta índole.

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