Carlos Díaz Medina y José Ramón Pérez Díaz-Alersi ya habían coincidido en el Grupo Drago, un foro de debate nacido en 1976 desde el que se definió un modelo de ciudad y de sociedad democrática. El tiempo les llevó a presidir opciones políticas diferentes y a compartir cuatro apasionantes años de gestión municipal.

"Teníamos una auténtica vocación política y de servicio. La Democracia Cristiana, a la que pertenecía, nos presentamos a las elecciones generales. Íbamos muy preparados, con cursos de formación en Alemania, Italia y Estados Unidos, pero tras sacar apenas un 1,9% entramos en la UCD. Y de allí, a formar parte de la candidatura a la Alcaldía". Iba de número dos, pero Pedro Valdecantos era ya senador y centró su actividad en la política nacional.

Carlos Díaz todavía se pregunta cómo llega a ser candidato del PSOE. "Nunca me imaginé que fuese a ser alcalde de Cádiz. Unos años antes había escrito artículos sobre el Cádiz-3. Entonces entró en contacto con el PSP, la formación de Enrique Tierno Galván".

"Yo tenía una vocación, y era la de defender el proyecto socialista por lo que me hubiera gustado ser diputado y trabajar en la necesaria reforma de la Justicia. En Cádiz, se habló como posibles candidatos a la Alcaldía por el PSOE de Jaime Pérez Llorca, Juan Jiménez Mata y Fernando Suárez. Yo iba en la lista y con el deseo de ser edil de Urbanismo y de pronto me veo encabezando la lista".

En el caso de Manuel Gómez de la Torre, su presencia activa en la política era más intensa, especialmente en la lucha anti franquista. Sus responsabilidades dentro del Partido Comunista le llevaron a sustituir a quien iba a ser el candidato a la Alcaldía del PCE, el sacerdote José Araujo, histórico párroco de la Pastora que, finalmente optó por no dar ese paso.

Fue Alejandro Rojas Marcos el que le ofreció a Armando Ruiz Riera encabezar la candidatura del Partido Socialista de Andalucía en Cádiz. "Yo entré primero en Alianza Socialista de Andalucía, porque ningún partido asumía el concepto de autogobernabilidad de Andalucía. En Isecotel Rojas Marcos me ofrece el puesto y lo aceptó por responsabilidad. La verdad es que no soy hombre de primera fila, pero por ese sentido del deber lo acepté".