20 aniversario de Europa Sur

El tratamiento de la información desde el corazón del periódico

  • El vivir de la comarca se plasma cada día en las páginas de este diario que hace veinte años comenzaba su andadura y que en la actualidad se ha adaptado a las nuevas tecnologías de la información marcadas por Internet

Atrás queda cuando en 1989 los redactores de este diario empleaban unos vetustos videoterminales con pantallas en verde y negro para redactar sus noticias. Los fotógrafos de hace 20 años revelaban los negativos en un laboratorio del propio periódico y la sombra del velado del carrete siempre estaba al acecho.

Hacer un periódico hace dos décadas era un proceso más complejo, un periodismo casi artesanal. El redactor diseñaba en una hoja con la ayuda del tipómetro la maqueta que necesitaba para plasmar su noticia. Luego, mediante el programa informático Edicomp 2000 y la ayuda de unas claves vinculaba cada bloque de texto a su lugar final en la página: número de columnas, tipografía y tamaño. Algo similar a encajar las piezas de un puzzle.

En cuanto a la obtención de la información, los periodistas lo tenían más difícil. El teléfono fijo y el fax eran elementos fundamentales para entablar comunicación con las instituciones, las fuentes informativas y las corresponsalías de Ceuta y los distintos municipios. Hoy nadie concibe el periodismo sin el teléfono móvil y el correo electrónico. Para localizar a un concejal o conseguir el resultado de un partido de fútbol sólo median los nueve dígitos de un número de teléfono. Hace 20 años había que lidiar con secretarias, encomendarse a los santos para que el entrevistado estuviera en su despacho o salir a la calle a buscarlo.

La calle, sin embargo, es y sigue siendo la fuente de las noticias con más jugo. Sentir a la ciudadanía y ponerse en su lugar resulta fundamental para llevar a las páginas historias humanas, sociales y con calado.

Para los fotógrafos en 1989, el revelado era una auténtica odisea, sin obviar la necesidad de cambiar la película a cada instante. Un proceso complejo que tardaba demasiado para la rapidez que se exigía en la redacción. Hoy descargan sus imágenes en el ordenador y pueden comprobar sobre el terreno si la toma del último gol del partido es correcta.

Los medios de comunicación tradicionales se enfrentan a un proceso de revisión que se antoja inaplazable y se someten a la competencia de la información on line. El ordenador comenzó a desplazar a la vieja máquina de escribir y lo que se inició como un ahorro de papel, pronto se convirtió en una nueva forma de comunicación, en un torrente de información llamado internet. En un mundo globalizado como el que nos toca vivir hoy, la expresión “renovarse o morir” cobra cada vez más fuerza en el mundo del periodismo. La ola digital se ha convertido en un tsunami para los periódicos y Europa Sur ya está preparado para la nueva era digital con una página web que adelanta las principales informaciones al minuto y ofrece vídeos y sonido. El periódico multimedia era algo imposible hace dos décadas.

Pero, ¿cómo se trabaja en un periódico? Partamos de la base de que es una labor que casi se inicia desde cero cada día. Por la mañana, los redactores acuden a las ruedas de prensa y convocatorias, mantienen entrevistas con las fuentes o simplemente observan a su alrededor para buscar la noticia. Los gabinetes de información de las instituciones, por su parte, aportan noticias corporativas.

Con estos mimbres se produce al final de la mañana la reunión del jefe de cada sección con los redactores y corresponsales para debatir los temas del día. Pasado el mediodía la situación se repite pero con otros actores. Ahora el redactor jefe transmite al director del periódico, el subdirector y los jefes de sección los principales asuntos del día. En este encuentro se planifica el trabajo de la tarde. El periódico va tomando forma. Administración, por su parte, cierra la pauta de contratación de publicidad a la par que gestiona las labores habituales.

La jornada de tarde comienza sobre las cinco. A esta hora se diseña el planillo del periódico que sirve para determinar el número de páginas que tendrá cada una de las secciones. Los redactores comienzan a dar forma a sus noticias con el programa Millenium Editor que les permite saber en cada momento cómo quedará la página y los fotógrafos ya llegan con las primeras imágenes del día y realizan su tratamiento con Photoshop.

La tarde es un frenesí. Al entrar en la redacción, el visitante es recibido entre timbres de teléfono y el repicar de los dedos sobre los teclados. Si una de esas llamadas aporta una información de última hora –un accidente, un incendio o cualquier otra noticia de interés–, falta tiempo para ver al redactor y fotógrafo corriendo hacia la calle. En estos casos, la templanza es un grado. Hay que remodelar el esquema inicialmente previsto. Y es que el periódico es algo vivo hasta el filo de la hora de cierre.

Al final de la tarde se produce la reunión de portada. De nuevo el director, subdirector, el redactor jefe de Edición y Cierre y los jefes de sección realizan un análisis profundo del los temas del día, comentan las últimas noticias y su evolución a lo largo de la jornada para decidir qué encontrará el lector en la portada –en el argot, la primera– de Europa Sur al día siguiente. Paralelamente se produce la corrección de las páginas. La sección de Cierre pone especial cuidado en que no haya fallos en esta compleja cadena. Otras ocho cabeceras en Andalucía, una delegación en Madrid producen más información además de contar con secciones especializadas en Economía, Sociedad, Internacional o Nacional.

Los redactores acaban su jornada y la sección de diseño –que en las primeras horas de la tarde prepara las maquetas de las páginas– se afana en transmitir a la rotativa las páginas. Al final de la jornada, pasada la medianoche, todo queda en silencio. Al día siguiente, más.

INDEPENDENCIA COMO VALOR

La cabecera del Grupo Joly en la comarca, referente de la prensa escrita

Éste, su diario independiente del Campo de Gibraltar, pertenece al primer grupo editorial andaluz. El Grupo Joly, con 500.000 lectores diarios en Andalucía y nueve cabeceras, nace en 1867 por iniciativa de Federico Joly Velasco al fundar Diario de Cádiz. Ya entonces la independencia y el análisis eran dos señas de identidad que se mantienen inalterables en la actualidad. Todo este trabajo tiene una razón de ser: 40.000 personas nos leen a diario.

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