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Análisis 'The Elder Scrolls V: Skyrim' para Nintendo Switch

  • La pequeña Switch recibe uno de los títulos más grandes de la pasada generación

¡Fus-ro-dah! Millones de jugadores en todo el mundo se encandilaron con el cántico del protagonista de The Elder Scrolls V: Skyrim, el quinto episodio de la brillante franquicia de Bethesda que, entrega tras entrega, va subiendo el nivel en cuanto a juegos de rol occidental se refiere. Seis años después de su lanzamiento original, y tras una revisión técnica para Xbox One y PlayStation 4, este inmenso mundo llega a la videoconsola híbrida de Nintendo con el objetivo de trasladar su épica directamente hasta la palma de la mano del jugador.

¿Hará justicia la arquitectura de Nintendo Switch a esta obra maestra? ¿Será ésta la versión definitiva del título de 2011? ¿Son suficientes las novedades para que el jugador que ya exploró el norte de Tamriel vuelva a adquirir el mismo título? Acompañadnos en este análisis para descubrir qué ofrece esta adaptación que, con sus más y sus menos, nos ha vuelto a enamorar.

¿Dragones? ¡¡¡Dragones!!!

El objetivo de este artículo no es volver a contar lo grande que es el título de Bethesda, sino más bien centrarnos en las novedades y cambios que se han tomado en la edición. En cualquier caso, la trama argumental de Skyrim nos lleva a un mundo donde tenemos que hacer frente a Alduin, el archienemigo de esta entrega, que está despertando a los dragones en medio de una guerra civil que enfrenta al Imperio y la Resistencia.

Si bien el guion principal de la obra puede superarse en unas 30 horas aproximadamente, éstas se multiplican si decidimos hacer las -interesantísimas- misiones secundarias, los retos de cada gremio, las batallas de la facción que nos despierte más simpatía y, por supuesto, los contenidos descargables Dawnguard y Dragonborn, incluidos en esta edición.

La extensión del mapa es inmensa y son cientos los objetivos que tendremos que realizar a medida que vayamos descubriendo, con paciencia y cuidado, cada rincón del peligroso y hermoso mundo de Tamriel. El círculo formado por exploración, combates, mejora de habilidades y producción de equipamiento continúa funcionando a la perfección, enganchando en todo momento y haciendo que una sesión de juego se alargue inexplicablemente sin darnos cuenta.

Una adaptación sobresaliente, pero con margen de mejora

Para ir arrojando algo de luz, la edición para la plataforma de Nintendo se basa directamente en las versiones lanzadas para PlayStation 4 y Xbox One. Por lo tanto, contamos con el mismo contenido que en los sistemas de Sony y Microsoft, respectivamente. Sin embargo, y debido a la distancia técnica entre Nintendo Switch y las sobremesas, la calidad audiovisual se ha visto un poco resentida, sobre todo si tenemos en cuenta que estamos ante un videojuego de 2011 al que, pese a haber envejecido notablemente, se le notan bastante las costuras.

Así pues, mientras los efectos visuales y la ambientación cumplen de sobra, es en la parte de las animaciones y texturas donde se percibe con nitidez el aspecto más antiguo del videojuego. De la misma manera, y esto supone un tirón de orejas para la desarrolladora, se mantienen los mismos bugs -errores- presentes en las ediciones de sobremesa. El estudio, en este sentido, podría haber aprovechado la ocasión para perfilar el código del juego.

Tráiler 'Skyrim V'

En el plano técnico, The Elder Scrolls V: Skyrim funciona en Nintendo Switch a una resolución completa de 1080p a 30 fotogramas por segundo, siempre y cuando estemos jugando en el modo televisión. Sí, las diferencias técnicas entre esta versión y las ediciones de sobremesa se notan, sobre todo si somos de ese perfil de jugador que cuenta con un ojo biónico que descubre las imperfecciones. En cualquier caso, todo novato de este universo descubrirá un mundo rico en matices, con una trama adulta y una escenografía que impacta en su primera visita.

Sin embargo, es en el modo portátil donde hemos encontrado el verdadero reclamo de esta edición. La resolución desciende hasta los 720p, pero sentir el mundo de Tamriel en nuestras manos es una auténtica delicia que justifica, por completo, la adquisición de esta versión si no hemos tenido el placer de disfrutarla en otra plataforma. Es una auténtica virguería técnica que un videojuego tan vasto y grande como Skyrim funcione tan bien en una videoconsola tan pequeña, y disfrutar de sus aventuras en cualquier lugar hace que estemos contando los minutos que tenemos muertos durante el día para poder echarle el guante al juego.Y es que, como juego de rol en primera persona, The Elder Scrolls V: Skyrim rinde estupendamente en Nintendo Switch. El control, ya sea utilizando los joy-con o el mando Pro, es también una delicia, adaptándose en cualquiera de los casos y aportando una sensación de manejo total. Lamentablemente existe un pero, y es que las funciones de control de movimiento, a pesar de responder bastante bien, no han sido adaptadas como cabría esperar: en más de una ocasión nos han aniquilado en el intento de derribar a un dragón a flechazos; otras veces hemos golpeado a aldeanos, sin querer en la mayoría de las ocasiones. Como experimento, de cara a futuras entregas, el sistema funciona, pero los jugadores más exigentes optarán por el control tradicional antes de emplear el control por movimiento.

Una obra maestra, en mayúsculas

La adaptación de The Elder Scrolls V: Skyrim cuenta, además, con algunos añadidos interesantes. No es que sean excesivamente importantes dentro del desarrollo de la aventura, pero sí suponen un guiño para los usuarios de Nintendo. Concretando, si empleamos las figuras Amiibo de The Legend of Zelda se obtiene automáticamente, el atuendo, escudo y espada de Link en Breath of the Wild. Por suerte, estos objetos no son exclusivos para los poseedores de las figuritas, ya que están, además, repartidos por el extenso mapa de Skyrim, todo un detalle para aquellos que quieran disfrutar de la experiencia en Switch al completo sin gastar un euro de más.

Por último, el apartado sonoro brilla con luz propia. Las melodías épicas originales regresan con fuerza a esta adaptación, que mantiene y respeta cada partitura poniéndonos los pelos como escarpias cada vez que aparece un dragón o cada vez que lanzamos nuestro ¡Fus-ro-dah!. En este sentido, disfrutar de Skyrim en su versión portátil con unos buenos auriculares es una pasada, pues la inmersión que ofrece la obra en cualquier parte es digna de mención. Eso sí, el videojuego viene con las voces originales integradas en el cartucho, obligándonos a descargar el paquete de voces en español desde Nintendo eShop. Recomendamos encarecidamente hacerlo, pese a que más de uno tendrá problemas para gestionar la memoria interna de la videoconsola, ya que las miles de líneas de texto que ofrece el guion de Skyrim pueden hacerse duras de leer.

Conclusiones

En definitiva, The Elder Scrolls V: Skyrim para Nintendo Switch mantiene la esencia del original sin distinción, añadiendo algunas funcionalidades como el control de movimiento y objetos exclusivos para aquellos jugadores que quieran experimentar nuevos retos. La obra, pese a su edad, es una maravilla audiovisual en su modo portátil, lo que demuestra que la videoconsola tiene potencia de sobra para ofrecer experiencias de juego tan grandes como las marcas de la competencia. Eso sí, hay que advertir a aquellos que nunca jugaron a The Elder Scrolls y planean hacerse con una copia del juego en Switch, que la experiencia es capaz de robar tiempo como pocos videojuegos, por lo que no estaría de más avisar a nuestro círculo de amistades que nos vamos a ausentar una temporadita: ¡Hay muchos dragones que abatir!

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