feria de san isidro · décima corrida del ciclo en las ventas

Ventura, por la Puerta Grande

  • El rejoneador sevillano, con el mejor lote, corta una oreja a cada uno de sus toros, muy dispares en comportamiento.

  • Andy Cartagena y Leonardo Hernández se marchan de vacío.

  • Festejo de 'No hay billetes'.

Diego Ventura, en su salida a hombros de la plaza de Las Ventas.

Diego Ventura, en su salida a hombros de la plaza de Las Ventas. / EFE

Diego Ventura se alzó con rotundidad como triunfador del primer festejo de rejoneo en el maratoniano San Isidro 2017. El rejoneador sevillano, que cortó una oreja a cada uno de sus toros, consiguió su decimotercera Puerta Grande en Las Ventas por dos faenas muy distintas y ante dos toros de juego muy dispar de Los Espartales, que envió un encierro de desiguales hechuras y comportamiento, predominando la mansedumbre.

Ventura, con el mejor ejemplar, el segundo, que embistió con un notable tranco y temple, volvió loco al personal a lomos de Nazarí, quien con elegancia y ritmo imantó a escasos centímetros al toro en dos vueltas al ruedo completas en las que cornúpeta y equino parecían hermanarse en un baile. La plaza se convirtió en un manicomio ante este toreo suave y de suma calidad. Ventura, además de clavar las farpas en corto y acertadamente, dio auténticos trincherazos. El torero, que había parado muy bien al toro de salida, al que cuidó prendiendo únicamente un rejón de castigo, destacó en un espectacular quiebro, rematado con varias piruetas. Y cerró con un carrusel de tres banderillas cortas al violín. La obra era para dos orejas, pero pinchó antes del rejón definitivo y fue premiado con un trofeo.

Con el quinto, la película fue diferente. Toro complicado, que daba arreones inesperados. Aquí, el equino protagonista fue otro de los monstruos de la magnífica cuadra de caballos del rejoneador sevillano, Sueño, que aguantó hachazos y hachazos, pero siempre llevando prendido en la grupa al áspero burel. Uno de los quiebros, en los que se echó hacia atrás antes de ir hacia el toro, supuso un recital en ejecución. Ventura, a lomos de Chalana, arriesgó mucho en una faena emotiva. Con el cierre de cortas al violín, mató de dos rejones de muerte y volvió a cobrar una oreja.

Corrida de Los Espartales, destacando el segundo, con buen tranco y temple

Andy Cartagena se las vio en primer lugar con una animal noble, distraído, al que le faltó más celo en sus embestidas. Con la anécdota de que se le partieron en dos ocasiones los arpones de las banderillas, el alicantino estuvo desafortunado en el segundo tercio, incluido en las cortas. Mató de pinchazo y rejón y su labor fue silenciada.

Con el manso y distraído cuarto, Cartagena cumplió en una labor en la que la mayor ovación llegó en un alarde de alta escuela, con el caballo Luminoso caminando sobre las patas.

Leonardo Hernández, con un lote pésimo, se entregó al máximo. Su primero, tercero de la tarde, tras barbear las tablas y amagar en varias ocasiones, saltó al callejón, con una costalada de órdago. Leonardo lidió con criterio y mató al primer envite.

Ante el sexto, otro animal también con una alta graduación de mansedumbre, Leonardo Hernández dejó constancia de sus ganas de triunfo y prendió un gran par a dos manos. Aquí, tras un rejón, precisó de dos descabellos para finiquitar al astado.

La tarde fue para Diego Ventura, quien con dos versiones muy distintas, calidad en el toreo y dominio lidiador, ganó su décima tercera Puerta Grande en Las Ventas; primera en este San Isidro.

Ficha del festejo:

Ganadería: Corrida de Los Espartales, de distintas hechuras y dispar comportamiento, predominando la mansedumbre. En positivo, destacó el notable juego del segundo, con buen tranco.

Toreros: Andy Cartagena, pinchazo y rejón (silencio). Rejón (saludos tras ovación). Diego Ventura, Pinchazo y rejón (oreja). Rejón y rejón (oreja). Leonardo Hernández, medio rejón (saludos tras ovación). Rejón y dos descabellos (silencio).

Incidencias: Plaza de toros de Las Ventas de Madrid. Sábado 20 de mayo de 2017. No hay billetes. Diego Ventura salió a hombros por decima tercera vez en Las Ventas.

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