No hay mejor plan para este fin de semana. Salvados regresa este domingo al panorama televisivo con su quinta temporada y lo hace como siempre, sembrando la polémica. El formato producido por el Terrat y conducido por Jordi Évole ha sido uno de los programas más polémicos de la parrilla actual.

En su primer programa, el periodista se traslada a Qatar, uno de los países del mundo árabe más influyentes, persiguiendo dos metas claras: por un lado inmiscuirse en una zona con un potencial desconocido y futura sede de la Copa del Mundo de Fútbol de 2022 y, por otro, pedir financiación a Qatar Foundation "para asegurar la supervivencia del programa en este tiempo de crisis". La participación de algunos jeques de dicha fundación en España, donde han introducido sus petrodólares en clubes como el Barcelona, el Madrid, el Getafe o el Málaga, no se le pasa por alto al conductor de Salvados y se desplaza hasta dicha fundación para probar suerte. Todo un reto para El Follonero que, como siempre, hará uso de su particular visión para sonsacar beneficios. Por eso Jordi se paseará por los barrios más lujosos de Qatar, acudiendo a centros comerciales donde poder adquirir artículos exclusivos y al mismo tiempo visitará uno de los barrios inmigrantes más importantes de la ciudad, donde miles de trabajadores viven hacinados y con una renta menor a los 200 euros mensuales.

Una nueva temporada que promete, como ya hiciera en las anteriores, que regaló titulares sorprendentes y declaraciones de los personajes más polémicos de este país (como el periodista deportivo Jose María García o Ramoncín) este último relacionado con el escándalo de la SGAE y la imposición del canon digital, cuya entrevista tuvo mucha repercusión y de la que el cantante se queja.

Míticas son ya las secciones como Infiltrados, en los que un grupo de actores anónimos se colaban por petición del Follonero en eventos o programas de otras cadenas televisivas, o Interfono, una sección en la que se daba voz a la gente de la calle para que expresasen lo que quisieran.

Entrevistas, declaraciones, viajes, sorpresas y humor son las claves de este formato televisivo que intenta hacer un guiño a la actualidad informativa reciente en forma de crítica severa, aunque desde el humor más ácido de Évole, principal protagonista del programa, y que, sin ninguna duda, tiene sus repercusiones en la agenda diaria de algunos.