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"Me gustaría viajar al centro del cerebro de Trump"

  • 'Marca Arabia' es el título de la entrega de esta noche en La Sexta

  • Évole sigue esperando entrevistar al Rey y los políticos por ahora no tendrán protagonismo en solitario

El periodista Jordi Évole, natural de Cornellá y de ascendencia materna extremeña, conductor del prestigioso 'Salvados' de La Sexta.

El periodista Jordi Évole, natural de Cornellá y de ascendencia materna extremeña, conductor del prestigioso 'Salvados' de La Sexta. / atresmedia

Siempre busca un titular propio, una actualidad distinta, en muchos caso inédita, pero que siempre remueva a los espectadores. Salvados es el programa de más seguidores en La Sexta y que arrancó esta nueva temporada con la dependencia exagerada a los móviles. Jordi Évole se encuentra en plena abstinencia de redes sociales (al menos durante dos semanas), como prometió el pasado domingo, cuando llega a la entrega que puede generar más incomodidades de las entregas por ahora previstas, Marca Arabia, dedicada a los negocios de empresas españolas con la influyente monarquía teocrática y con la presencia del responsable de la Marca España, Carlos Espinosa de los Monteros.

-Este domingo va a poner en aprietos al alcalde de Cádiz sobre las corbetas saudíes en los astilleros gaditanos.

-El volumen de negocio de España con Arabia Saudí es impresionante, pero tiene muchas connotaciones que hoy vamos a analizar. El alcalde de Cádiz tiene que posicionarse, porque entra en contradicción con su partido, y quería que mostrara lo que realmente piensa.

-En su programa no van a tener por ahora tanta presencia protagonista los políticos. ¿Se ha marchitado el espíritu del Tío Cuco?

-Ya no tendría interés volver a hacer ese programa, pero se pueden hacer otros. Con Iglesias y Errejón. Una entrevista en profundidad sólo puede ser en casos como el de Pedro Sánchez. Me gusta tener mi propia agenda de temas, pero si surge la oportunidad de un buen personaje, no renuncio.

-Le gustaría entrevistar al Rey, reto difícil ¿qué le preguntaría?

-Por lo pronto me gustaría saber cómo se lleva con su cuñado.

-Dejó la productora de Andreu Buenafuente, El Terrat, para fundar la suya, Producciones del Barrio ¿Está ahora más a gusto?

-Son cambios que se viven. En El Terrat hacía lo que me gusta y ahora estoy igual de a gusto, pero tal vez con más autonomía, y responsabilidad, en la gestión.

-¿No halla paralelismos de usted y Buenafuente con Íñigo Errejón y Pablo Iglesias? Usted se peleaba con su jefe, creció. En su caso al menos, al final, ha volado del nido...

-No me había fijado en ese paralelismo, pero entre nosotros hay una diferencia muy grande. Yo nunca me he peleado de verdad con Andreu. En el plató formaba parte del programa y en la calle siempre hemos tenido una buena relación, nada que ver con lo que ha sucedido con los de Podemos. En mi caso yo tomé otra línea de programas, pero me llevo fenomenal con Andreu.

-Si tuviera más tiempo, y más dinero, para hacer un reportaje. Así, como de barra libre, ¿dónde iría? ¿qué investigaría?

-Me gustaría viajar al centro del cerebro de Donald Trump, qué hay más allá de ese matón de discoteca, un tipo tan peligroso. Interiorizar a fondo ese personaje, qué tiene de hipnótico para haber superado todos los obstáculos y llegar a salir elegido presidente.

-En esta temporada será inevitable que vaya a Estados Unidos.

-Iremos a Estados Unidos, pero no sé si podremos entrar. Los de mi equipo y yo somos muy latinos. Ya estuvimos en la frontera y nos impresionó el muro ya levantado. Volveremos para ver qué se está haciendo y qué cambios se están viviendo.

-¿Qué diferencia hay entre el muro de México y la valla de Melilla?

-La de Melilla es una alambrada. Y con cuchillas que hacen mucho daño. Nosotros no podemos sacar pecho precisamente.

-El barco Astral, que ayuda a los refugiados, le sobrecogió...

-Las experiencias en ese barco realmente me han cambiado la vida y ha acentuado mi percepción hacia los refugiados.

-¿De qué pueblo era su abuelo alcalde en la República?

-De Garrovillas, al norte de la provincia de Cáceres. Le echo mucho de menos. Aprendí sus valores, que son los que aplico al periodismo.

-¿Sentía que estaba muy enganchado al móvil?

-Estoy en plena terapia. El móvil lo sigo utilizando para trabajar pero realmente no podía estar más de cuatro horas pegado a la pantalla. Al final el móvil lo utilizamos para todo menos para hablar.

-Una de las próximas entregas será sobre la España despoblada. A veces no parece que en este país haya zonas tan olvidadas.

-La España vacía me parece un tema con más profundidad de lo que parece. También hemos hecho un reportaje sobre la plataforma eléctrica Castor, que se ubicó en la costa de Tarragona, costó 1.400 millones, no funciona y la estamos pagando en nuestras facturas.

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