Sociedad

El Teatro Marítimo de Adriano vuelve a brillar

  • El que fuera uno de los lugares de reposo del emperador Adriano en Tívoli abre sus puertas al público tras tres años de restauración

El Teatro Marítimo de Adriano vuelve a brillar

El Teatro Marítimo, uno de los lugares de meditación y reposo que el emperador Adriano ordenó construir en su villa de Tívoli, a pocos kilómetros de Roma, vuelve a brillar y abre sus puertas al público tras tres años de restauración.

"El Teatro Marítimo era un espacio dedicado a pensar, a la meditación, a la reflexión", explica el director del Instituto Autónomo de Villa Adriana y Villa d'Este, ambas en Tívoli, Andrea Bruciati.

Ahora, después de una campaña de restauración que ha durado tres años, este teatro ubicado en la majestuosa villa que se construyó el emperador Adriano en el II siglo d.C. vuelve a recuperar su esplendor y a ofrecer al público la oportunidad de visitarlo, de pasear por su interior y de dejarse envolver por la tranquilidad que reina y reinaba en ese lugar.

Los trabajos de restauración han estabilizado la construcción y han asegurado las estructuras que lo componen para recuperar esta construcción en una fecha que tiene un significado especial, precisamente cuando se cumple el 1.900 aniversario del ascenso de Adriano al trono imperial (agosto del 117).

Los responsables de gestionar esta villa, considerada Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde 1999, recuerdan que el Teatro Marítimo ya era parcialmente inaccesible al público desde el 2010, pero en 2014 cerró completamente para dar inicio a los trabajos de restauración.

Aquellos que visiten esta villa podrán ahora recorrer el pórtico de este teatro, que era uno de los lugares más apreciados por Adriano, y acceder a los dos palacios imperiales situados en las proximidades, además de admirar una pequeña domus privada que se encuentra en la isla central.

El Teatro Marítimo es sin duda uno de los monumentos más representativos de Villa Adriana: se construyó para ser un lugar de descanso donde el emperador pudiera cultivar su pasión por la literatura y la filosofía.

Pero además su diseño singular es testimonio evidente de la innovadora arquitectura que compone todo el complejo residencial de Adriano, una villa que era una especie de "ciudad ideal" que aunaba los mejores elementos del legado arquitectónico de Egipto, Grecia y Roma, y que se extendía a lo largo de 120 hectáreas, según la describe la UNESCO.

El teatro consta primero de un cuerpo amurallado circular y después de un pórtico interior, también con forma circular y que estaba sujetado por columnas jónicas y cubierto por una bóveda de cañón.

Tras el pórtico, un canal de agua rodea una isla artificial a la que se accedía a través de dos estructuras de madera giratorias.

La impresionante columnata jónica se reflejaba a su vez en el agua del amplio canal, proporcionando una sensación de total reposo y absoluta tranquilidad.

Pero además, en el corazón de la isla se encontraba un edificio que ejercía la función de una domus, una especie de residencia menor dentro de esta espectacular residencia imperial que es la Villa Adriana.

Los trabajos de restauración también han permitido abrir al público una sala, llamada Sala de los Filósofos, una amplia aula rectangular, ubicada en las inmediaciones, que se utilizaba como biblioteca.

Nacido el 24 de enero del 76 d.C. en el seno de una familia acomodada, Adriano fue adoptado desde muy pequeño por su primo Trajano, emperador de Roma desde el año 98 d.C hasta el 117 d.C.

Tras la muerte de Trajano, ocupó el trono como emperador del Imperio Romano y se afanó por defender la paz, la prosperidad y la democracia.

Fue conocido por su pasión por Grecia y el helenismo, un amor que se afanó por imponer en todo el mundo antiguo, también en Villa Adriana.

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