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Zokora: Un motor de 800 CV

  • La potencia del marfileño levanta admiración en su estreno. Sus dotes genéticas, físicas y tácticas le llevan a robar y sorprender en el mismo movimiento

La naturaleza selecciona y eso es lo que ha buscado el Sevilla en Didier Zokora, el fichaje estrella y el único por el momento en esta pretemporada. Y se ve en los primeros entrenamientos en Costa Ballena. Con sólo media hora larga en tierras gaditanas, el costamarfileño dejó a toda la expedición helada con un par de arrancadas de fuerza tras dos poderosos robos nada más que el balón se puso en juego. Había llegado a las cinco y cuarto de la tarde y a las seis estaba con las botas puestas y sobre el campo de entrenamiento. Ayer, en la playa, llegó la exhibición de su fuerza natural.

Ejercicios con balones medicinales, el clásico juego de la cuerda... Todo lo programado por Ramón Orellana y Nacho Oria no hacía más que destacar sus indudables dotes físicas. Llama la atención lo delgado que es pese a su musculatura. Fibroso desde la uña del dedo del pie hasta el último pelo, muy rasurado, de su cabeza. Cintura estrecha, muy estrecha, y un tren inferior espectacular. Fibra larga en un cuádriceps especialmente marcado... en definitiva, una máquina perfecta, un motor de 800 CV, como el de un fórmula 1, listo para recibir la gasolina de alto octanaje que todos los profesionales cargan en pretemporada.

Tres profesionales, cada uno en su parcela, analizan para Diario de Sevilla, las condiciones innatas de este futbolista con la que la dirección deportiva espera complementar -y de qué manera- el centro del campo del equipo. Los tres están seguros de que sus facultades van a ayudar muchísimo al equipo a lograr sus objetivos. Uno, Ramón Orellana, analiza sus aptitudes físicas; otro, Adolfo Muñoz, disecciona sus condiciones genético-médicas; y el último, Ramón Vázquez, complementa el análisis con su visión futbolística en virtud de los partidos que le ha visto.

"Es muy fuerte y lo vimos en el primer entrenamiento. Las dos arrancadas que dio las disfrutamos todo el mundo. Y eso que estaba recién llegado. Hoy en el campo de golf ha hecho un trabajo introductorio, sólo 20 minutos de carrera continua y los controles de pulso han sido normales. Tampoco tenemos todavía muchos datos, pero se ve. En unos días ya podremos analizar más sus picos de rendimiento, pero no hay más que verlo". Orellana necesita más datos, un esfuerzo más intenso y más continuado para poder diseccionar físicamente al futbolista, pero intuye claramente los resultados. "Esta raza es así. Es delgado pero está muy marcado, un poderoso tren superior... pero eso es genética, es la selección natural", explica, al tiempo que añade alguna comparación, aunque matizada: "Lo más parecido físicamente que tenemos nosotros en la plantilla es Kone, pero es algo distinto y en el campo tendrá más recorrido también por el puesto en el que juega".

Su fisonomía es muy determinada. Fino, pero fuerte, muy musculado de piernas, aunque no igual que Kone, de quien recuerda que es más fuerte de gemelos. "A priori es más potente, es un factor claro que marca la explosividad. Él tiene mucha fuerza explosiva. No teníamos ese jugador en ese puesto y por eso se ha buscado ese complemento".

Más o menos en la misma línea se expresa Adolfo Muñoz, el médico de campo de la primera plantilla y que, tras las pruebas a las que se sometió Zokora en el CAMD (Centro Andaluz de Medicina del Deporte) en la Cartuja y que supervisó Juan Ribas, es quien está siguiendo la evolución del futbolista. Tuvo un contratiempo al final de su primera sesión, cuando se le clavó una uña al darle un balón. Esto, no obstante, no le impidió emplearse al máximo en el trabajo programado para ayer. Muñoz destaca las condiciones genéticas de Zokora. "Lo que más destaca de las pruebas que le hemos hecho y ya lo dijo Juan (Ribas) es que es muy resistente. Su fisonomía además es muy específica de este tipo de deportistas. Muy africano y parecido a un fondista, articulaciones pequeñas, fibras muy marcadas...", subraya el médico, quien seguidamente expone que lo que verdaderamente destaca de este futbolista es que a sus grandes dotes de resistencia añade una explosividad que le permite marcar las diferencias en una zona del campo clave en una competición tan exigente como es la española y, por extensión, por supuesto la Champions. "No es normal que los deportistas que destaquen por su resistencia tengan además ese punto de potencia, pero si te fijas en su fisonomía tiene unos cuádriceps muy desarrollados, igual que la espalda".

Y todo esto, ¿en qué se traduce en un partido de fútbol? Para ello recabamos la información de uno de los técnicos que más lo ha podido ver en el seguimiento que le hizo la dirección deportiva, Ramón Vázquez. Digamos que a su buena colocación y sentido táctico, une la facultad para, en dos zancadas, salir rápido con el balón. Es fuerte y listo en el robo y ello debe suponer que será una ventaja clave en el funcionamiento del fútbol de ataque. ¿Por qué? Porque a la vez que roba, explota. Se salta un paso en la cadena, es decir, el hombre de cierre que habitualmente recupera la posesión no necesita dar el pase al organizador. Se ganan unos segundos preciosos y, sobre todo, se rompe una línea del contrario de un solo golpe: fundamental para los contraataques. "Este jugador llama un poco la atención porque tiene esa potencia que te da el que roba un balón y salga conduciendo él mismo dejando atrás a tres o cuatro jugadores. Eso es lo que llama más la atención", explica Ramón, que recuerda que "con Duscher lo habíamos logrado un poco, pero nos faltaba quizá un poquito más de esa velocidad que rompa. Es un poco lo que le faltaba o lo que se le criticaba al centro del campo la pasada temporada".

En cuanto al resto, el alcalareño puede decir muchas cosas más, pero casi todas se intuyen viéndolo sobre el campo.

"Lo que ha dicho todo el mundo, y el ejemplo claro está en lo que vimos que hizo contra nosotros en Londres. Era un hombre con un dinamismo espectacular".

Jiménez lo conocía, pero se ha echado las manos a la cabeza en cuanto lo ha visto pasar como una centella a su lado. Se frotan las manos en el club y también los aficionados. Los curiosos que tuvieron la suerte de verlo ejercitarse en la playa no hablaban ayer de otra cosa: "Vaya tela el negro...". Con eso está dicho todo.

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