Semana Santa

La sobriedad de la Amargura llena el centro

  • La hermandad desfila en absoluto silencio tras ser recibida por cientos de personas en la Plaza de la Iglesia

La luz de la tarde se desvanecía al filo de las nueve de la noche. Y la plaza de la Iglesia de La Línea volvió a llenarse para ver la salida del Cristo de la Misericordia y María Santísima de la Amargura. Se trata de la hermandad con el recorrido más corto del Viernes Santo, ya que su estación de penitencia se ciñe a las calles principales del centro de La Línea.

En silencio, y a continuación de la primera hilera de penitentes (de rojo y negro), el Cristo hizo su aparición en el atrio del templo de la Inmaculada para comenzar su estación de penitencia. La sobriedad marcó el momento de una imagen que desde apenas unos años procesiona sobre un paso.

A las nueve y media apareció la Virgen en la puerta principal del templo. La maniobra de salida hizo que muchos guardaran el aliento por unos instantes, dado que el peso del palio requirió un gran esfuerzo por parte de la cuadrilla de costaleros. El viento apagó buena parte de los cirios nada más salir a la plaza, lo que no restó belleza al paso de palio que recorrió el centro mecido con mimo por la cuadrilla. La hermandad se recogió pasadas la una de la madrugada tras un recorrido sobrio y sencillo.

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