El Huerto

La cautela propicia un encuentro de El Huerto en la Calzada

  • La aparición momentánea de la lluvia obliga a cambios en el desfile

En medio de una bella tarde y de una gran expectación, los titulares de la Hermandad de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús en la Oración del Huerto y Nuestra Madre de Dios y del Rosario salieron a la calle a inundar con sus pasos costaleros el sentir de la Pasión. Una procesión que resultó diferente por la amenaza de lluvia que llevó, poco antes de las diez y ante la aparición de un pequeño chubasco, a cambiar el itinerario previsto. El paso del Cristo aceleró su avance por precaución para evitar daños mientras que la Virgen se volvió desde Santísima Trinidad hacia Sancho IV, dando lugar a un bello encuentro de ambos titulares en la Calzada sobre las diez y media de la noche.

Fue la nota más destacada de un desfile que comenzó cuando la cruz de guía abrió sobre las ocho de la tarde el camino al procesionar de 120 capirotes morados que acompañan el paso de misterio del Cristo y el paso de palio de la Virgen, que cumplió ayer su quinto año acompañando la preciosa figura surgida de las manos del sevillano José Manuel Bonilla. Precisamente, la imagen de la Virgen del Rosario, procesionó la primera vez un 2 de abril del año 2007, igual que ayer.

Con maestría, el capataz del Cristo, José Enrique Marín Cerrudo, sacó el paso a la calle a los sones del Himno Nacional y Nazareno de la Salud interpretado por la banda de tambores y cornetas Zolio Ruiz Mateos de Rota. Con paso decidido y entre los aplausos de la muchedumbre que acudió a ver el desfile de los mejores costaleros de la Semana Santa tarifeña, el paso fue adentrándose por las angulosas callejuelas. Detrás del Cristo que ayer vistió túnica blanca con mantolín burdeos, su Madre. Un bello rostro compungido que fue recibida al crepúsculo de la tarde por miles de pétalos que cayeron desde el techo de la fachada del templo.

La imagen de la Virgen fue tallada por el maestro Jaime Babío y su adquisición surgió cuando estando algunos de los hermanos de la cofradía una tarde de Jueves Santo en la calle Cuna de Sevilla, buscando un hueco para ver a la Cofradía de la Pasión, apareció a modo de boceto, tras el escaparate de un comercio la imagen de la Madre del Huerto. Causo tal admiración que todos expresaron: "Tan bonita... es ella. Esta es la Virgen del Huerto". El 7 de octubre de 2001, la imagen era bendecida en la que sería su sede canónica, la iglesia de San Mateo. Pero no procesionó hasta adquirir el imponente paso de palio de estilo neobarroco con doce varales repujados y realizados en los talleres de Manuel de Los Ríos.

Si bonita fue la salida del Cristo, más bonita fue la salida de la Virgen, que adornada con rosas color champagne y hasta el compungido rostro de la madre dolorida parecía transformarse en sonrisa para recibir los pétalos del cielo, mientras sonaba Viva la Esperanza bajo la batuta de José Muñoz, director de la banda municipal de música Manuel Reiné que acompañó el desfilar de la que algunos, llaman cariñosamente la Charito y cuyo caminar del paso dirige Javier López Santos.

La escena evangélica se hizo sublime en la plaza Hermanos Costaleros, punto de paso de todas las cofradías, cuando parecía que sería imposible atravesar el entramado de ángulos de la esquina de Rico con el paso de palio, que salió triunfante del brete con el buen mandar del capataz y el oficio de sus 24 costaleros, los mismos que el paso de misterio.

Poco a poco, las imágenes fueron ganando calles y aliviando penas en la serena y bella noche del Lunes Santo. Arrastrando tras de sí aplausos y plegarias. Disfrutando en cada chicotá y en cada marcha, y haciendo disfrutar de ellas.

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