Viernes Santo · San Roque

Tradición y buen hacer en San Roque

  • Las hermandades desfilan durante cuatro horas antes de que la lluvia obligase a acelerar la recogida l El público agradece el esfuerzo con aplausos

El Cristo de la Humildad y Paciencia busca la bajada de la calle San Felipe.

El Cristo de la Humildad y Paciencia busca la bajada de la calle San Felipe. / Erasmo Fenoy

POR la mañana no estaba nada claro que los sanroqueños y el resto de habitantes del Campo de Gibraltar pudieran disfrutar de la procesión Magna del Santo Entierro de San Roque. Pero al avanzar la tarde, el consejo local de hermandades acordó desafiar a los elementos e iniciar el desfile procesional de las ocho hermandades locales con catorce pasos a las 18:00, una hora después del momento tradicionalmente previsto para la salida del Escuadrón de Romanos a Caballo que abre esta celebración de Interés Turístico nacional de Andalucía. En la procesión se portan algunas imágenes de gran antigüedad, que ya se veneraban en Gibraltar antes de la caída del Peñón y del traslado de sus habitantes a lo que hoy es el casco antiguo de San Roque.

Tras los romanos, con una cadencia de quince minutos, los pasos sanroqueños fueron ganando la Plaza de la Iglesia tras la compleja maniobra de bajada del atrio dado que frente al final de la rampa que salva el desnivel una vivienda pone a prueba la pericia de las cuadrillas de cargadores y la maestría de los capataces a la hora de ordenar los movimientos.

Al aparecer el aguacero, para poder preservar las imágenes y los tronos, las cofradías optaron por regresar rápidamente a la parroquia Santa María la Coronada y otros a la Capilla de la Visitación, prescindiendo de las bandas de música y de los cortejos. Algunas de las imágenes fueron cubiertas con plásticos.Los tronos del Nazareno y María Santísima de los Dolores y de Las Angustias se dirigieron por la calle Málaga a la Capilla de la Visitación. El resto de los pasos se encaminaron hasta La Coronada, algunas acortando su recorrido por la calle Los Reyes, y otras directamente desde la calle San Felipe donde se encontraban, sin hacer paradas ni descansos, lo que fue agradecido por el público con aplausos ante el gran esfuerzo realizado.

Como todos los años, el Ayuntamiento de San Roque habilitó un privilegiado lugar para un grupo de mayores de las diferentes residencias y colectivos de la localidad, el balcón del Palacio de los Gobernadores. Desde este centenario edificio, el espectador goza de una cómoda visión de toda la plaza y permite contemplar los pasos con una perspectiva diferente.

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