Humildad y Paciencia

Tradición e historia se juntan en el Cristo de la Caña en San Roque

  • La lluvia concede una tregua para la salida de uno de los tronos de Gibraltar

El Martes Santo San Roque se cita con sus orígenes. El Santísimo Cristo de la Humildad y Paciencia se veneraba en Gibraltar hace más de tres siglos y continúa cada año. La lluvias caídas durante casi todo el día no evitaron que las imágenes lucieran con todo su esplendor en las calles del casco histórico. La preocupación en los cofrades era manifiesta horas antes de la hora elegida, como cada año las 22:00 horas.

Aún en el templo, el joven hermano mayor, José Antonio Quirós Martín, animaba a las jovencísimas algunas casi niñas, cargadoras de la bella virgen de la Esperanza. Tranquilidad y concentración, el mensaje también para los cargadores del Morenito, a los que pidió recogimiento. "Todo el trabajo ya se ha hecho, ahora os toca a vosotros", recordó el hermano mayor tras reunirlos a todos y rezar un padrenuestro.

A la hora en punto y con la plaza de la Iglesia a tope se escuchaban una marcha procesional. Por la calle San Felipe aparecía la Agrupación Musical La Pasión de Jerez, que también acompañará a la hermandad el Viernes Santo.

Aunque las precipitaciones concedieron una tregua, la hermandad decidió cambiar y recortar el recorrido para pasar por calles menos estrechas para llegar al templo en el caso de que volviera a llover.

Silencio total en la plaza cuando tras la cruz de guía y los penitentes aparecía la imagen del Cristo de la Caña. Como cada año, sus costaleros salvaron sin mayores complicaciones la salida del templo. Una vez fuera, el himno nacional y los aplausos del numeroso público que abarrotaba un año más las calles del casco histórico.

El valioso paso del Cristo esperó durante unos minutos rodeado de fieles a su madre, la Virgen de la Esperanza que lo hacía del templo al momento.

Expectación de nuevo cuando las cargadoras salieron del templo y comenzaron a agacharse para coger los varales, la única forma de que el paso salga por el templo.

Rosas y velas blancas adornan casi siempre a esta bella imagen que se finalizó en el mismo San Roque en el año 2004, en los alrededores de la Alameda. Se trata de una imagen de candelero que ayer hizo su séptima salida procesional. A pesar de su juventud, que contrasta con el Cristo de la Caña, se ha convertido en una de las imágenes más queridas y veneradas de San Roque.

Las dos imágenes en la plaza ofrecía bellas estampas en una noche en la que todo el mundo miraba al cielo. La calle Siglo XX, Francisco Tubino, Plaza Santa Ana, San Felipe y de nuevo al templo era el recorrido previsto de estas imágenes, en aproximadamente dos horas.

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