Medinaceli

Sobrecogedora estampa en la Calzada tarifeña

  • El Medinaceli recorre las calles de la ciudad seguido por numerosas promesas

Una Calzada repleta de público aguardaba el momento de que las puertas de San Mateo se abriesen para que la Cruz de Guía anunciara la inminente salida procesional de La Esclavitud y Cofradía de Penitencia de Nuestro Padre Jesús Cautivo y Rescatado (Vulgo de Medinaceli) y Nuestra Señora de La Esperanza.

Dos largas filas de Nazarenos con antifaz burdeos sobre túnica azul abotonada y cíngulo también en burdeos precedían a la imagen titular de esta hermandad fundada en 1964 coincidiendo con la creación a manos del escultor gaditano Miguel Láinez Capote y que fue restaurado por las manos del sevillano Pedro Manzano Beltrán en 2002.

La imagen sublime del Nazareno prendido en su paso de Misterio adornados con rosas rojas y lirios morados acentuaba aún más su belleza vestido con su túnica blanca que rompía el azul del cielo en una tarde donde a pesar del fuerte viento de levante no restó belleza al desfile.

Imponente de igual forma la larga fila de fieles devotos que en promesa acompañaron al Cristo en su peregrinar por el empedrado tarifeño a ritmo de los sones de la Asociación Musical, Virgen de Los Remedios, de Estepona. Cientos de personas, muchas con lágrimas en sus ojos y pies descalzos pidiendo o dando gracias a su Cristo.

Un Cristo al que junto a la Virgen de La Esperanza, rinden honores la Guardia Civil ya que su comandancia ostenta el título de Hermana de Honor. Poco a poco el Cristo fue ganando la Carrera Oficial y dejando atrás la Calzada para que en el interior del Templo los costaleros de la Virgen comenzaran a iniciar su desfile.

Es la Virgen de La Esperanza una dolorosa bajo palio, sin lágrimas y con la mirada dirigida hacia arriba. Concebida para figurar a los pies de un crucificado, reproduce el modelo de dolorosa de Calvario que su escultor ya realizara al tallar la Virgen de la Quinta Angustia de Sevilla. La Virgen, de candelero para vestir, fue realizada por el escultor sevillano Vicente Rodríguez-Caso en 1954, restaurada igualmente por Pedro Manzano en 2003.

Los sones de la Banda de Música de Tarifa saludaron al paso de palio de la señora que la que acompañó al paso de palio de Nuestra Señora de la Esperanza que desde 1990, cuando dejó de procesionar junto al Santo Entierro y Nuestra Señora de Las Angustias, acompaña al Medinaceli.

Adornada con rosas rosas y blancas la amargura del rostro de la Señora se hizo oración y paseo en el vaivén de la fe cofradiera de sus costaleros, que cumplieron con el recorrido que atravesó Sancho IV, Nuestra Señora de la Luz, Jerez, Colón, Peso, Santísima Trinidad, Guzmán el Bueno, Hermanos Costaleros, General Copons, Plaza de San Julián, Reyes Católicos para regresar tras cuatro horas de desfile a su templo de San Mateo que durante estos días se convierte baluarte de uno de los mejores conjuntos de la iconografías religiosa de la provincia.

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