Un Lunes Santo más, los vecinos de la popular barriada sanroqueña de La Paz se reunieron al caer la tarde junto a la ermita de San Roque para acompañar la salida en procesión de Nuestro Padre Jesús en la Oración en el Huerto y María Santísima del Mayor Dolor. Al filo de las siete, todo estaba preparado en la carpa instalada junto al oratorio para el inicio del desfile, con numerosas personas esperando la primera procesión de la Semana Santa en la ciudad.

La hermandad dedicó los minutos previos de concentración y recogimiento al rezo de un Padre Nuestro que este año se dedicó a los cristianos perseguidos, con especial recuerdo a las víctimas del atentado de Egipto del pasado domingo. También hubo un reconocimiento de la hermandad para Alberto Torres y José María Fernández, estrechos colaboradores de la hermandad en sus actividades a lo largo del año.

El murmullo de la oración dio paso a la colocación de los cargadores del paso del Cristo bajo los varales, algunos con el rostro o con los ojos cubiertos, mientras que la cuadrilla de cargadoras de la Virgen se dispuso formando un pasillo a la salida de la carpa para recibir con pétalos la salida del paso.

Jesús en la Oración en el Huerto comenzó a marchar acompañado por los sones de la marcha real, interpretada por la Banda de Cornetas y Tambores Santa Bárbara venida desde la vecina localidad de La Línea. Adornado con rosas y claveles rojos, además de lirios, el paso fue guiado durante todo el recorrido por las órdenes de Adrián Gómez.

Este año la imagen del Cristo resultó más visible dado que la hermandad contaba entre sus estrenos con un monte más elevado, aún a costa de añadir un centenar de kilos al conjunto. El paso lució además nuevos detalles en plata elaborados en el taller de orfebrería de Industrias Élite, de Sevilla, como continuación a la renovación del paso que estrenó los laterales en 2016.

Minutos después, las cargadoras hicieron lo propio y pusieron en la calle con maestría el palio de María Santísima del Mayor Dolor, en este caso junto a los acordes de la Banda de Música Virgen de la Palma, de Algeciras. Se trataba de una novedad para este año, puesto que habitualmente la hermandad desfila con un solo conjunto ubicado entre los dos pasos. Para este 2017 un grupo de hermanos sufragó el acompañamiento del palio, lo que hizo modificar la configuración del desfile para que los acompañamientos desfilaran por delante de los titulares.

El palio, que por el viento no pudo lucir la candelería en todo su esplendor, se encontró con su pueblo guiado por su capataz, Daniel Quirós, exornado con claveles blancos, rosas de color claro y centros de lirios que perfumaron la primaveral noche sanroqueña.

Poco a poco, paso a paso, las dos imágenes tomaron el rumbo hacia la parroquia de Santa María Coronada recorriendo las calles Ermita, Los Sargentos, Alameda Alfonso XI, Plaza de Andalucía, Terrero Monesterio, General Lacy, Los Reyes, Almoraima y la empinada cuesta de San Felipe previo a la recogida en el templo de Santa María la Coronada, donde los pasos quedaron ubicados a la espera de la Magna del Viernes Santo.