Semana Santa

La Legión abre paso al Cristo entre 'flashes'

  • Los bares vuelven a hacer el agosto con el Lunes Santo con la expectación generada por el pasacalles de los legionarios

Desfile de la legión en Algeciras

Algeciras es un espectáculo cada Lunes Santo desde hace tres años. La irrupción del Tercio Duque de Alba 2º de la Legión acompañando a la hermandad de La Columna en su salida procesional convierte esta cita de la Semana de Pasión en un espectáculo más allá de la devoción. Quizás sean esos 160 pasos por minuto, la entonada canción que les define como novios de la muerte, el baile de armas o el rugir de las cornetas.

La cuestión es que Algeciras y muchos vecinos del Campo de Gibraltar convirtieron el itinerario de los legionarios, una hora antes de la salida de La Columna, en una auténtica pasarela de expectación. La avenida Fuerzas Armadas estaba colmada de gente a la espera de que empezara el desfile de la unidad con más de 140 integrantes, que este año estaba presente con el piquete de honores, la banda de guerra y la escuadra de gastadores.

El pasacalles fue puntual. Bajo un sol radiante empezaron a cantar a paso ligero, tan rápido que se difuminó su desfile como si de espuma de mar. Llegaron hasta la Casa Consistorial a 160 pasos por minuto. Hasta alcanzar la calle Convento cientos de personas se agolpaban a cada lado de su trayecto. La unidad paró durante varios minutos mientras el alcalde, José Ignacio Landaluce, daba la bienvenida oficial al nuevo coronel jefe del Tercio, Félix Abad.

Luego continuó la Legión su pasacalles hasta la calle San Antonio, Regino Martínez, Blas Infante y de nuevo por calle Convento hasta llegar a la Plaza Alta. Dieron un pequeño rodeo hasta posicionarse junto a la Capilla de Europa, a la espera de que saliera el Cristo Jesús Atado a la Columna y empezar la procesión, abriendo paso a la imagen.

Como era de esperar miles de personas se echaron a la calle para disfrutar del desfile de La Legión, que un año más ha sido un auténtico reclamo turístico y mediático. Como prueba el lleno absoluto del Llano amarillo, las calles abarrotadas siendo casi imposible transitar al paso de los legionarios y, como efecto final, los bares llenos, que volvieron a hacer el agosto en el Lunes Santo de Algeciras.

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