Las dificultades presupuestarias de los sistemas sanitarios han puesto de relevancia el término sostenibilidad para tratar de definir ese equilibrio necesario entre costes y presupuestos que garantice las prestaciones. Con ánimo de ahondar en algunas de las claves de la gestión sanitaria actual, la Real Academia de Medicina de Sevilla acogió el pasado martes la primera de una serie de cuatro jornadas, organizadas junto a la Consejería de Salud, que abordarán este ámbito. En esta primera sesión, patrocinada por Laboratorios Rovi, se pusieron sobre la mesa algunos conceptos generales, como la financiación por objetivos y los análisis de coste-efectividad, y se hizo hincapié en la utilidad de la gestión clínica en la consecución de dichos objetivos. En ese sentido, Ramón Gálvez Zaloña, ex director del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha realizó un análisis actualizado de los logros de la gestión clínica y esbozó algunas propuestas para su desarrollo.

Andalucía es de las comunidades que más ha avanzado en la transformación de los antiguos Servicios en Unidades de Gestión Clínica. "La gestión clínica pretende, en esencia, involucrar a los clínicos en la gestión presupuestaria y en la consecución de objetivos asistenciales" y en "formalizar esa gestión en un contrato", explicó Gálvez.

Según el experto, Andalucía es la única Comunidad Autónoma que ha desarrollado un programa para extender la gestión clínica, aunque mencionó otras regiones que han ido a la zaga como Asturias o Castilla y León. Pese a que para Gálvez ésta es una herramienta clave para la sostenibilidad, criticó que en estos procesos "la mayoría de las unidades de Gestión Clínica que se crean corresponden a los mismos servicio existentes y, salvo excepciones, no se han creado nuevas unidades por fusión o por reorientar la organización en función de la demanda".

Asimismo, aludió a la necesaria transparencia en la elección de los responsable de las unidades. "Los responsables deben corresponder a un liderazgo, no a un nombramiento"; algo que resulta esencial para "democratizar la organización". Para Gálvez, es imprescindible entender la gestión clínica como un "proceso de cambio profundo" de las organizaciones sanitarias dirigido a "proporcionar los instrumentos y capacidades necesarias para prestar una atención sanitaria de calidad".

Por su parte, Carmen Castilla, secretaria General UGT Andalucía, hizo un repaso al contexto financiero y a los datos económicos que han incidido especialmente en el debate de la sostenibilidad. En ese sentido apuntó que la Unión Europea deben abandonar las políticas de austeridad. Respecto al futuro inmediato de la sanidad andaluza expuso que "Andalucía necesita un plan que garantice la sostenibilidad, con financiación suficiente y evaluación de resultados y que permita asegurar la calidad y la satisfacción del usuario".