El Informe Anual de Seguridad Nacional (IASN) de 2016, evidencia que los robos en el oleoducto Rota-Zaragoza han repuntado en Andalucía, el cual continúa también en nivel de riesgo de acciones terroristas. El aumento de saqueos de la conducción petrolífera se reseña dentro del capítulo de Lucha contra el Crimen Organizado del documento, al registrarse perforaciones delictivas en las provincias de Sevilla y Cádiz (municipios de Alcalá de Guadaira, Lebrija, Marchena, Jerez y El Puerto).

Este incremento se relaciona con el contenido del apartado sobre Seguridad Energética del memorando, donde se explica: "El precio del petróleo subió más del 100% desde precios mínimos históricos" y precisa que el barril de Brent [tipo de petróleo extraído en el Mar del Norte, usado como patrón referencial en los mercados europeos] ascendió de 26 a 55 dólares, entre el 20 de enero de 2016 y el 1 de enero del presente año.

El documento refiere también como elemento perturbador del nivel de seguridad: el retorno de combatientes yihadistas europeos desde las filas del Daesh, tanto a la Península (especialmente a Andalucía, Cataluña y Madrid) como a Ceuta y Melilla.

"La actividad antiterrorista desplegada por España en 2016, permitió la realización de veinte operaciones policiales, concluidas con la detención de 54 personas vinculadas al terrorismo yihadista", reseña el informe

El Departamento de Seguridad Nacional destaca en su resumen: "la desarticulación de una célula, el 23 de febrero de 2016, en operación conjunta del Cuerpo Nacional de Policía y la Dirección General de Vigilancia del Territorio de Marruecos, que supuso la detención de tres españoles en Ceuta y de un marroquí en Nador, quienes tenían voluntad de atentar en España y habían comenzado los preparativos para aprovisionarse de armas".

En su epígrafe sobre Ordenación de Flujos Migratorios, el Informe Anual de Seguridad Nacional establece que "en el contexto actual, la crisis humanitaria de migrantes y refugiados se presenta como uno de los mayores desafíos para la UE en su conjunto. En 2016, la principal ruta migratoria irregular hacia Europa ha sido la que atraviesa el Mediterráneo central, con origen mayoritariamente en Libia, pero también en Egipto y, de manera mucho más reducida, en Argelia y Túnez. Aunque el destino final más demandado por los que llegan a las costas italianas son los países del centro y norte de Europa, esta ruta también es empleada con profusión por personas que pretenden asentarse en España, sin que pueda establecerse con fiabilidad la cuantía ni la nacionalidad, al entrar en nuestro país procedentes del Espacio Schengen y, a menudo, por procedimientos ilegales".

El memorando constata que: "la vía del Mediterráneo Occidental, la de mayor afección para España [desde la costa Oeste de Argelia y Norte de Marruecos a la Península], ha registrado menos tráfico durante 2016, respecto del área central y oriental. El control ejercido por las autoridades marroquíes y argelinas propicia esta disminución".

El informe del Departamento de Seguridad Nacional alerta del reto inherente "a la explotación de la vulnerabilidad de los migrantes y refugiados por grupos criminales organizados, vinculados a la trata de personas y a los tráficos ilícitos. Si bien la actividad de las redes es limitada en los países de origen y tránsito en el Sahel, Níger o Sudán; los flujos hacia Libia son controlados por estructuras organizadas"

El memorando refiere que "grupos terroristas como el Daesh, se benefician directamente de esta actividad criminal. Sin poder afirmar un empleo masivo, se han registrado casos de terroristas islámicos que han utilizado la ruta mediterránea para acceder a países europeos. La necesidad de poder detectar estos tránsitos cuestiona el equilibrio entre la debida gestión humanitaria y la salvaguarda de la seguridad".

Un informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) ya estableció años atrás que el grupo yihadista Boko Haram obtenía importante financiación a través del robo de oleoductos. Sólo en 2013, esta formación se apoderó del equivalente a 55.000 barriles de petróleo, perforando las conducciones del Delta del Níger.

En Andalucía, la Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH), administradora del oleoducto Rota-Zaragoza, cuenta con 870 kilómetros de tendido. Al trazado inicial, cedido a España por EEUU en 1970, se sumaron luego tres nuevos ramales (Huelva-Sevilla-El Arahal; Málaga-El Arahal; y San Roque-Rota), interconectados mediante cinco estaciones de bombeo (Huelva, Rota, El Arahal, Córdoba y Adamuz).

CLH posee tambien en territorio andaluz dos refinerías de cabecera (Huelva y San Roque); cinco instalaciones de suministro para aeropuertos (Almería, Córdoba, Jerez, Málaga y Sevilla); cuatro terminales portuarias de descarga (Motril, Algeciras, Rota y Huelva); y nueve centros de almacenaje en otros tantos municipios andaluces.

El oleoducto Rota-Zaragoza ha sido objeto de atentado terrorista en dos ocasiones. En 1970, los Grupos de Acción Carlista (GAC) colocaron una bomba en el tendido que suministra queroseno de aviación a la base aérea de Zaragoza. Posteriormente, en 1991, los Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (GRAPO) detonaron un explosivo con un kilo de pentrita, en el kilómetro 210 del oleoducto, a su paso por el predio de Cabeza de Vaca en Alcolea, una pedanía deCórdoba capital.