El camino comenzó en la calle Tornería de Jerez y, como todos, terminará en Roma. Ayer, a las 10 de la mañana, arrancó la aventura de Juan Meira, que viajará en su bicicleta plegable hasta la capital italiana para dar visibilidad a la fibrosis quística, enfermedad que padece su amiga Paz Bononato. La expectación que ha levantado este viaje solidario ha sido tal que más de medio centenar de personas no se quisieron perderse las primeras pedaladas del jerezano y lo despidieron en la plaza del Clavo.

Nada más salir del número 12 de la calle Tornería, Meira preguntó a la policía qué camino debía coger para ir a Utrera. Cumplía así con la promesa de que sería una aventura y, más que mirar el mapa, preguntaría para llegar. Tras despedirse de Bononato con un emotivo abrazo, emprendió su viaje ante el aplauso de los presentes.

Es increíble cómo se han volcado mis amigos, los medios y Jerez; como si hubiera llegado a Roma"

Un pelotón ciclista lo acompañó por calle Sevilla, hacia la avenida Álvaro Domecq. Una vez cruzada toda esta vía y la avenida de Andalucía, el grupo giró en la rotonda del Tío Pepe para salir de territorio jerezano por la carretera de Morabita con destino Lebrija. Cierto es que los ciclistas que acompañaron a Meira en la salida alcanzaron diferentes puntos de la geografía andaluza; cada cual eligió el momento en el que se quería apear. Los representantes del PP local, Antonio Saldaña, María José García Pelayo y Jaime Espinar, apoyaron la causa y fueron de los primeros en salirse del pelotón, antes de encarar la carretera comarcal mencionada anteriormente. Otros dejaron al aventurero jerezano en Lebrija, donde se realizó la primera parada para comer y huir del calor.

Ya por la noche, Meira llegó en solitario a Utrera, donde ha pasado la noche. Como estaba estipulado, Paz Bononato será la encargada de ir contando en las redes sociales (a través de los perfiles de 2plega2) la aventura de Meira. Ayer al mediodía, Bononato subió el primer vídeo que le había enviado su compañero en plena ruta y tuvo gran repercusión, obteniendo ofrecimientos para recibirlo en su llegada a las diferentes ciudades que el jerezano irá visitando.

Tal es la visibilidad conseguida antes de partir que Meira estaba emocionado en su salida: "Ver cómo se ha volcado mi ciudad, mis amigos y los medios es algo increíble. A través de las redes sociales, este proyecto se ha viralizado y he sentido el apoyo y calor de todo el mundo. Me siento como si ya hubiera llegado a Roma". Sin embargo, aún le quedan bastantes pedaladas para alcanzar la meta -a principios del mes de octubre, en teoría- y demostrar que saliendo de Jerez hay un camino que llega a Roma por una causa solidaria.