Ayer no hubo incidentes reseñables durante la segunda jornada de paros parciales de los trabajadores de Transportes Generales Comes, un día de protesta que secundaron en torno al 90 por ciento de los trabajadores, según indicaron fuentes sindicales. La coincidencia de la primera de las interrupciones del servicio entre las seis y las nueve de la mañana con la vuelta de los jóvenes de la movida de Cádiz a sus casas hacía temer algún tipo de altercado. El paro de la tarde, entre las seis de la tarde y las nueve de la noche fue si cabe aún más tranquilo.

En ambos tramos horarios no circuló ningún autobús, salvo aquellos que estaban finalizando un servicio que comenzó antes del inicio de los paros, tal y como quedó establecido cuando se autorizaron las jornadas de protesta. Un ejemplo de esto último fue el autobús que cubre la línea entre Cádiz y el aeropuerto de Jerez, que partió a las cinco y cuatro de la madrugada. Sí trabajaron los encargados de las taquillas de Rota y el Campo de Gibraltar, indicaron fuentes del comité de empresa, quienes apuntaron que pudieron haberlo hecho "bajo presión", ya que "no comunicaron al comité de huelga su intención de ejercer su derecho constitucional al trabajo durante las horas de paro autorizadas".

Según aseguró la representación de los trabajadores a través de un comunicado, sólo se quedaron en tierra cinco usuarios que debían haber viajado a Albacete y Valencia y que habían comprado sus billetes a través de internet, de manera que la incidencia ayer "resultó mínima" respecto a la del pasado miércoles.

Hoy pueden volver a ser unos 7.000 viajeros los que se verán afectados por los paros convocados en plenas horas punta, entre las siete y las nueve de la mañana y las dos y las cuatro de la tarde.

Representantes de la compañía y de los trabajadores están emplazados mañana a una nueva reunión en la que deberían acercar posturas para desbloquear las negociaciones del convenio colectivo.