Provincia de Cádiz

Fundador vuelve por sus fueros

  • La antigua Domecq cumple un año de su andadura con el 'Emperador' del brandy

  • La bodega vuelve a presumir de su cuna jerezana tras más de dos décadas en manos de multinacionales con un enfoque muy exterior

Como muchos grandes inventos, el brandy español surgió por casualidad. Cuenta la historia que Pedro Domecq Lustau recibió en el año 1867 el encargo de un holandés de elaborar 500 bocoyes de alcohol de calidad, pero llegado el momento de hacer caja, el cliente no pudo hacer frente al pago, por lo que el pedido fue almacenado en las botas en las que se criaba el vino de Jerez. Pasado el tiempo, el bodeguero descubrió que el aguardiente de calidad se había transformado en un extraordinario licor dorado y de penetrante aroma, que bautizó con el nombre de brandy.

El bodeguero vio pronto la oportunidad comercial que tenía entre manos y en 1874 lanzó al mercado Fundador, el primer brandy producido y comercializado en España, de ahí su nombre. Por casualidad, la bodega encontró un filón en el negocio del brandy, que permitió mantener la actividad y los empleos en un momento delicado para el vino de Jerez.

Aquel producto que sirvió de tabla de salvación da nombre a la bodega -Bodegas Fundador- desde que hace poco más de un año pasara a manos del 'Emperador' del brandy, Andrew Tan, artífice de la gran transformación experimentada por la antigua Domecq en apenas 12 meses desde el inicio de lo que el actual propietario anunció como "el comienzo de una nueva era" -"A new era begins"-, frase que dejó plasmada para el recuerdo en una bota de Fundador.

En este tiempo, el magnate filipino enamorado del brandy de Jerez ha dado sobradas muestras de su firme propósito de volver a encumbrar la bodega fundada en 1730 y que, por tanto, es la más antigua del Marco. "Recuperar la gloria y el sitio que merece", en palabras del director general, Rafael Rendón, quien esboza una gran sonrisa durante el repaso al primer año de la nueva andadura, "un año impresionante que nos ha dado la oportunidad de devolver Domecq o Fundador a la ciudad".

Los dueños y directivos de la bodega ya no se apellidan Domecq, la familia que en 1994 vendió a la multinacional británica Allied Lyons cuando la situación de la compañía era insostenible, fruto de la dispersión familiar. Antes de la venta, Domecq llegó a tener un centenar de accionistas apellidados Domecq y más de medio centenar de familiares en plantilla.

Pero aquello forma parte del pasado y el futuro, ahora, es más que esperanzador. Tras más de dos décadas de salto en salto de multinacional -de Allied pasó a la americana Beam y de ésta a la japonesa Suntory-, con un enfoque muy exterior, el nuevo propietario ha dado un giro radical a la bodega, que mira a sus orígenes para fomentar la pertenencia de marca a la ciudad.

Fundador vuelve a presumir de ser de Jerez, vuelve a presumir de los vinos y brandies de Jerez, relegados a un segundo plano durante largos años en los portfolios de las grandes compañías que, eso sí, han dejado su impronta con la profesionalización. La prueba del cambio, según Rendón, se vivió en los primeros días tras el cambio de titularidad. "La bodega había estado mucho tiempo con las puertas cerradas y las murallas muy altas, pero al poco de llegar Emperador abrimos las cancelas de la Puerta de Rota de par en par como un guiño a la ciudad. Y mucha gente que pasó por delante se quedó mirando sorprendido porque se habían acostumbrado a que estuviera cerrada".

El director general explica que en el cambio de Beam a Fundador, tres han sido los puntos claves: El proceso de transición, "que tiene sus trámites pero que se ha cerrado con éxito y transparencia"; el reposicionamiento de las marcas en el mercado, "en la que estamos volcados"; y la correspondencia entre la bodega y la ciudad, la bodega y los jerezanos.

"Los tres objetivos se han conseguido", asegura Rendón, quien se muestra especialmente satisfecho del reencuentro con los jerezanos y el apoyo la revitalización del casco histórico, apuntalado con la reapartura a la ciudad de la bodega por la calle San Ildefonso con la 'Tapería de Fundador'.

El establecimiento hostelero habilitado en un casco del complejo bodeguero que se utilizaba como almacén enlaza con la firme apuesta por el enoturismo de la bodega, en la que también se ha inaugurado el nuevo centro de visitas junto a la Puerta de Rota, "un espacio moderno en línea con la imagen que quiere proyectar Fundador".

"La Puerta de Rota es la entrada para los turistas y San Ildefonso se abre a la ciudadanía", indica el directivo, quien anuncia que este año acometerán un gran proyecto de rehabilitación de la fachada de la torre de la muralla o Torre de Riquelme, "imagen emblemática de la bodega que estaba en mal estado y en la que ya hemos empezado a trabajar para limpiar la piedra y adecentarla". De igual modo, para 2018 está previsto que pueda estar acabada la recuperación de la antigua calle San Ildefonso, más bien un almizcate en el interior de la bodega y que conectará el centro de visitas con la Tapería.

La otra gran actuación ya en marcha es la transformación del Castillo de Macharnudo, en la finca El Majuelo, donde ya se ha elegido proyecto ganador ('Oda del vino') para realizar una intervención global que se integrará en el entorno y que permitirá ofrecer una completa oferta enoturística. Según el director general, la idea es licenciar el proyecto en verano para poder iniciar las obras este mismo año y que en 2018 esté en funcionamiento.

"El negocio de los vinos y brandies va bien, mejor los segundos", asegura Rendón, quien en el apartado enológico explica que están en proceso de incrementar los solerajes de la bebida espirituosa jerezana para adaptarse a la planificación y al incremento de ventas. En paralelo, la bodega lanzará nuevos productos, como la del espirituoso light bajo la marca '3 Cepas' que acaba de salir al mercado en Filipinas con una imagen completamente renovada, porque "importa tanto el producto como la imagen".

Fundador hará este año mucho ruido con el lanzamiento de nuevas referencias en el mercado español, en el que cree que es la hora del brandy y los spirits. Rendón entiende, no obstante, que hace falta un impulso sectorial, una apuesta decidida de todo el sector por la marca Brandy de Jerez, porque "las compañías por su cuenta no tienen suficiente fuerza. Hay que desarrollar plan estratégico retador y arriesgado, y Fundador va a apoyar cualquier acción en apoyo al brandy como marca genérica y al sherry, aunque implique algún perjuicio para los intereses particulares de la bodega".

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