Ansia viva

Óscar Lezameta

olezameta@huelvainformacion.es

¿Y si no gana?

La carrera de Susana Díaz a la secretaría general del PSOE tiene el 'pero' de no conocer su resultado inicial

Se dice, y con razón, que el hombre labra su destino, a base de estacazos. Si se dedica a la política, su carrera -sin eufemismos- es un constante tropezón en el mismo guijarro. Viene esto a cuenta de la pretensión, todavía no anunciada, de la presidenta de la Junta en pos de la secretaría general del partido. A pesar de que se da por supuesta, la susodicha se deja querer y pasea su propuesta a todo el que quiere escucharla. Pese a todo, nos desayunamos con predicciones y sortilegios sobre la posible compatibilidad del cargo que quiere con el que tiene.

¿Y si no gana? Nadie se ha hecho esa pregunta. A pesar de mi saludable aspecto, tengo ya unas cuantas horas de vuelo en la chepa y el enunciado de la misma, lo pronuncié en el último acto de la campaña electoral de Javier Arenas en Almería, circunscripción por la que se presentaba. Los mítines que me tuve que tragar -literalmente- pasaban de un "ahora nos toca a nosotros" a otro "¿se creen que la Junta les pertenece?" y olvidaban el primer mandamiento de cualquier elección y es que los ciudadanos tenemos la manía de votar lo que nos da la gana y siempre hay algunos que pensarán cuánto nos hemos equivocado. En esas estaban cuando solté eso de "¿qué pasa si no consiguen la mayoría absoluta?" La cara con la que me miraron los dirigentes populares, me recordó a esos momentos de la película Matrix, donde el tiempo se congela y que sirvió para que los degenerados de la prensa almeriense entre los que me incluía, bautizáramos así a ese tipo de preguntas. "¡Qué cosas más raras pregunta este hombre!" Esa es la cara que me puso Luis Rogelio, a la sazón alcalde de la capital. Pues eso, que a pesar de que se repartieron los cargos que les iban a corresponder, el tortazo fue histórico y alguno todavía no se ha recuperado del mismo.

Hablaba de los políticos, pero lo de los periodistas no es tropezón en la piedra, sino cabezazos contra la misma. Ni el Brexit, ni la consulta sobre el proceso de paz en Colombia, ni la aplastante victoria de Clinton en Estados Unidos, ni las encuestas que siempre aciertan lo que no salió en las elecciones españolas, ni la Supercopa del año pasado, junto con la aniquilación de la humanidad por la gripe A o el fin del milenio que ha llegado cuatro o cinco veces de la mano de Nostradamus o el calendario maya, nos han servido para nada, salvo para ponernos a predecir algo que, seguro que no será por nuestra culpa, pero no saldrá así. Apuesten.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios