Tribuna

Antonio montero alcaide

Inspector de Educación

El nuevo acceso a la universidad

Hasta un Pacto de Estado Social y Político por la Educación, ya se verá si viable, las reválidas quedan en suspenso excepto para el acceso a la Universidad

El nuevo acceso a la universidad El nuevo acceso a la universidad

El nuevo acceso a la universidad

Antes de concluir el pasado año, la invocación a un "Pacto de Estado Social y Político por la Educación" dejó en suspenso las medidas pendientes en función del calendario de aplicación de Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce, 2013); principalmente, las evaluaciones finales de etapa, ya de sobra conocidas como reválidas. Así se hizo con dos disposiciones de carácter básico: un real decreto ley, posteriormente convalidado por el Congreso de los Diputados, de medidas urgentes para la ampliación del calendario de aplicación de la Lomce; y una orden del Ministerio de Educación y Ciencia por la que se regula la evaluación de Bachillerato para el acceso a la Universidad al finalizar el presente curso 2016-2017. Como razón principal, el preámbulo del real decreto ley refiere: "Se constata en la sociedad y en la comunidad educativa una exigencia dirigida a todas las formaciones políticas para alcanzar un acuerdo en materia educativa que dote de estabilidad normativa a este elemento esencial para el desarrollo personal de los ciudadanos y para la convivencia y el progreso económico de nuestro país. Resulta también evidente que las evaluaciones educativas deben formar parte de este debate".

Como consecuencia directa, las evaluaciones finales de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y Bachillerato dejan de tener carácter académico: esto es, eran necesarias, pero ya no lo son, para obtener los títulos de esas etapas. En el caso de la ESO, la evaluación facilitará un diagnóstico de las competencias educativas alcanzadas por el alumnado y no resultará necesario aplicarla a todos los estudiantes, sino a una muestra representativa. Y la evaluación final de Bachillerato se realizará exclusivamente por el alumnado que quiera acceder a los estudios universitarios, a modo de prueba de acceso.

Tal prueba considerará las materias generales del bloque de las asignaturas troncales de segundo curso de Bachillerato, según la modalidad de Bachillerato elegida para la prueba. Y si los alumnos quieren mejorar la nota de admisión podrán examinarse además de, al menos, dos materias de opción del bloque de las asignaturas troncales de segundo curso.

La determinación de las características, el diseño y el contenido de las pruebas, así como la realización material de las mismas, han sido otras cuestiones revisadas. Como resultado, no habrá una prueba común o única para todo el Estado, sino que ésta se establece con un marco de obligado cumplimiento para la elaboración material de la misma por parte de las Administraciones educativas. En ese marco se incluyen los siguientes elementos: la matriz de especificaciones, la longitud (número mínimo y máximo de preguntas), el tiempo de aplicación, la tipología de las preguntas (abiertas, semiabiertas y de opción múltiple) y los cuestionarios de contexto (situación socioeconómica y cultural de las familias del alumnado).

El primero de esos elementos, la matriz de especificaciones, no es sino la concreción de los estándares de aprendizaje evaluables (que figuran en el currículum de las enseñanzas, vinculados a los criterios de evaluación) de cada uno de los bloques de contenidos que se estiman en la prueba. El Anexo I de la Orden ECD/1941/2016, de 22 de diciembre incluye la matriz de especificaciones de cada una de las materias de la prueba, si bien las administraciones educativas podrán completar los estándares. Cada una de las materias tendrá una prueba específica, con un número mínimo de dos y un número máximo de 15 preguntas. Su duración será de 90 minutos, con una duración conjunta de todas las pruebas de un máximo de cuatro días. Estas pruebas, preferentemente, "se contextualizarán en entornos próximos a la vida del alumnado: situaciones personales, familiares, escolares y sociales, además de entornos científicos y humanísticos". Y contarán con dos convocatorias: una en junio y otra extraordinaria, en julio o septiembre según decidan las administraciones educativas.

La calificación de la evaluación de Bachillerato para el acceso a la Universidad será la medida aritmética de las calificaciones obtenidas en cada una de las pruebas, expresada en una escala de 0 a 10, y tal calificación debe ser igual o superior a 4 puntos. La calificación final para el acceso a la Universidad se calculará ponderando un 40% la calificación anterior y un 60% la calificación final de la etapa de Bachillerato; debiendo esta ponderación ser igual o superior a cinco puntos para reunir los requisitos de acceso. Finalmente, y éste es un aspecto de interés, la evaluación que acaba de describirse tendrá validez para el acceso a las distintas titulaciones de las universidades españolas.

De modo que así queda tal acceso hasta el denominado, y ya veremos si factible, Pacto de Estado Social y Político por la Educación.

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