Cuando la mayor parte de la gente aún no había incluido la palabra “crisis” en su vocabulario habitual, en la provincia de Cádiz la veníamos sufriendo desde los años 70. Somos una de las regiones con más paro de la UE y siete de las once ciudades con más paro de España pertenecen a nuestra provincia. Por conocidos y repetidos hasta la saciedad, estos datos no dejan de escocernos, de dolernos y de indignarnos porque sabemos que detrás de las cifras están nuestros padres, nuestros hijos, nuestras abuelas, nuestros tíos, nuestras hermanas, nuestros amigos... Esta situación tiene responsables políticos y nuestro deber es señalarlos con el dedo, decirles a la cara y sin tapujos que no quieren a Cádiz, que no les duele esta bendita tierra y que no les puede salir gratis su desprecio a esta provincia que, pese a sus políticas nefastas, tiene tantas cosas buenas tiene para salir adelante.

La última maniobra política para hundir a nuestra provincia vino de la mano del PP la semana pasada. El viernes supimos que rompían unilateralmente los acuerdos entre Navantia y las factorías y trasladaban la construcción del segundo petrolero Suezmax a Ferrol. El subdelegado del gobierno, Javier de Torre, calificaba aquella jugada sucia y vil como “una decisión técnica normal”. La señora Teófila Martínez, alcaldesa durante 20 años de la ciudad de Cádiz y diputada del PP, a la que no le tiembla el pulso cada vez que su partido le ordena que hay que votar en contra de nuestra tierra, decía que se trataba de “organizaciones técnicas para cumplir los plazos”. Estas excusas baratas, no nos sirven.

Lo decimos alto y claro: no son cuestiones técnicas, son decisiones políticas. El traslado de la construcción de la popa; es decir, del bloque de mecánica, el de mayor valor añadido y el que más empleo genera, es responsabilidad única y exclusivamente del PP. No jueguen al despiste. No hay razones técnicas cuando el traslado del material, que ya está en Puerto Real, y el traslado de las piezas de vuelta van a suponer un sobrecoste que encarecerá los petroleros. No hay razones técnicas cuando tenemos el astillero de San Fernando con subactividad a la espera de unas famosas cinco corbetas de las que nadie sabe nada cuando preguntamos en el Congreso, pero que no paran de usar como arma electoral y propagandística.

Si lo que buscan es un conflicto entre pueblos castigados por sus políticas, no nos van a encontrar. Galicia es una tierra hermana y la lucha ha de ser porque las clases populares de aquí y de allí dejen de sufrir las consecuencias de unas políticas hechas a la medida de unos pocos para garantizar sus privilegios. Para trabajar por la provincia de Cádiz, aquí estamos. Aquí estamos para sacar adelante de una vez por todas un Plan de Reindustrialización que garantice el futuro de nuestros astilleros y le permita diversificar su producción, especialmente incorporando el sector de las energías renovables; recuperando así su capacidad para ser la economía de arrastre que nuestra tierra necesita para salir de esta crisis que parece ya endémica. Aquí estamos para apostar por un Plan de Empleo Joven para la Bahía que cumpla con la sempiterna reivindicación de rejuvenecimiento de las plantillas, primando la contratación directa, porque de nada nos sirve crear empleo si no recuperamos dignidad y derechos. Aquí estamos para acabar con la subcontratación y la precariedad que genera y para acabar con la brecha de género en nuestros Astilleros.

El próximo miércoles, 30 de noviembre, la Mesa por el Empleo en la Bahía presenta en el Congreso de los Diputados 135 medidas muy concretas para acabar con la agonía en la que sus políticas tienen a nuestros astilleros. Confiamos en que no vuelvan a tener la desvergüenza de votar en contra de los intereses de Cádiz y de su gente. Y esperamos que, al menos por una vez, cumplan con lo que se acuerda.

Si la estrategia puesta en marcha por PP y PSOE de desmantelamiento de nuestros astilleros no los ha matado aún, ha sido, sin duda, por el tesón y la lucha de todos y todas las que nos precedieron. Nuestro trabajo desde las instituciones es importante, pero sin movilización no podremos salir de la situación de dependencia a la que nos condenan. Seguimos con un pie en las instituciones y mil en las calles porque queremos dignidad y futuro para nuestra gente. No vamos a parar hasta que la sirena de astilleros sea de nuevo la que marque el ritmo de la Bahía.

José María González, alcalde de Cádiz

Antonio Romero, alcalde de Puerto Real

Ernesto Díaz, concejal de Podemos San Fernando

Noelia Vera, diputada de Unidos Podemos por la provincia de Cádiz