Tribuna

Aranzazu Beristain

Directora de la Representación de la Comisión Europea en España

Larga vida a Erasmus

La primera promoción de Erasmus en 1987 fue de 3.244 alumnos. En España, los pioneros fueron 95 estudiantes; hoy disfrutan de estas becas más de 40.000 alumnos de nuestro país

Larga vida a Erasmus Larga vida a Erasmus

Larga vida a Erasmus

Durante su vida, Erasmo de Rotterdam recorrió como estudiante diversas universidades europeas. Cinco siglos después, millones de europeos se han beneficiado de las becas que hacen honor a su nombre. En 1985, en la propuesta para el lanzamiento del programa Erasmus se decía que la Comisión, siguiendo la iniciativa del Consejo Europeo "por una Europa de los ciudadanos", concedía la máxima prioridad a la cooperación universitaria, y que el desarrollo ulterior de la Comunidad Europea dependía en gran medida de su capacidad para dotarse de un alto número de graduados con una experiencia directa de estudios y de vida en otro Estado miembro

El programa, de cuyo lanzamiento ahora se cumple el 30 aniversario, nació finalmente gracias al esfuerzo de personas como el español Manuel Marín, por aquel entonces comisario europeo de Educación. La primera promoción de Erasmus en 1987 representó 3.244 estudiantes. En España, los pioneros fueron 95 estudiantes; hoy disfrutan de estas becas más de 40.000 alumnos de nuestro país.

Hoy, tras 30 años de experiencia el programa Erasmus es considerado como uno de los grandes éxitos de la Unión Europea y como un instrumento fundamental en la construcción de la Europa de los Ciudadanos.

España ha sido desde siempre el país que más estudiantes aporta al programa y el que más acoge, y las universidades andaluzas ocupan un lugar privilegiado en este ranking: reciben al año más de 8.000 alumnos de otros países europeos y envían casi 5.000 estudiantes fuera de nuestras fronteras. La Universidad de Granada es la que más universitarios envía fuera y la que más alumnos recibe de toda España.

Nuestro compromiso con el programa se pone de manifiesto en el presupuesto de casi 15.000 millones de euros aprobado para el Programa Erasmus+para el periodo 2014-2020. En lo que respecta a España, hoy más que nunca la UE apoya este programa, aumentando el presupuesto de forma continua, con un incremento del 27% desde 2011 en nuestro país. Una inversión tal vez irrisoria si la comparamos con los inmensos beneficios que aporta el programa.

En efecto, el programa Erasmus vive íntimamente ligado a la Europa de los ciudadanos y a la idea de la unidad europea. Gracias a él, miles de estudiantes cada año tienen la oportunidad de vivir una experiencia enriquecedora, de expandir sus mentes, de ampliar sus fronteras culturales y también de prepararse mejor para un mundo laboral cada vez más internacional.

Erasmus ayuda a comprender la complejidad de las sociedades actuales, impulsa la autonomía y capacidad de adaptación de los estudiantes. Es un programa que hace más seguros a los jóvenes y los vuelve más curiosos y tolerantes hacia otras culturas.

El programa facilita, además, la incorporación de los alumnos al mundo laboral. Así, los datos muestran que la tasa de desempleo de los Erasmus es un 23% inferior de la del resto de estudiantes cinco años después de su graduación y que tienen la mitad de probabilidades de sufrir desempleo de larga duración.

En contra de lo que uno pudiera imaginarse, Erasmus ha dejado hace tiempo de ser un programa elitista. El 46% de los estudiantes beneficiarios del mismo proceden de familias sin estudios, y el número de alumnos con discapacidad que participan en Erasmus+ se ha multiplicado por 10 entre 2013 y 2016. Sin embargo, Erasmus no son sólo universitarios. Hace años que ampliamos el programa para que se puedan acoger estudiantes de Formación Profesional, profesores y hasta deportistas. Ya en 2015, el 31% de los beneficiarios del programa no eran estudiantes universitarios.

Erasmus también favorece la movilidad más allá del período académico: un 40% de los beneficiarios de la beca se ha mudado a otro país una vez acabada la carrera y uno de cada tres estudiantes encontró pareja en el programa de intercambio.

En definitiva, para nada se pierde el tiempo si en tu época de formación universitaria tienes la posibilidad de ensanchar tus horizontes intelectuales con universitarios de otras nacionalidades. Más bien sucede al contrario, es una experiencia que puede cambiar tu vida y prepararte mejor para tu futuro tanto laboral como personal.

Desde las instituciones europeas somos conscientes de la importancia de este programa y de que es uno de los buques insignia de la Unión, gracias al cual más de 9 millones de europeos -entre ellos, 900.000 españoles- han tenido la oportunidad de compartir, de sentir y de vivir en primera persona lo que significa ser ciudadano europeo.

Larga vida a Erasmus.

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