Con la venia

Fernando Santiago

fdosantiago@prensacadiz.org

El sindicalismo del siglo XXI

Las nuevas generaciones tienen menos carga ideológica pero mucho más pragmatismo

La elección de Nuria López como secretaria general de Comisiones Obreras de Andalucía y la próxima en la Confederación de este sindicato con la llegada de otro joven dirigente viene a simbolizar la jubilación de los sindicalistas que lucharon contra el franquismo e hicieron la transición. Se van Paco Carbonero e Ignacio Fernández Toxo como antes se fueron Marcelino Camacho y Nicolás Redondo. Poco a poco se jubilan los que renovaron el sindicalismo español desde La Camocha con la creación de las comisiones obreras, que luego se extendieron a toda España gracias a la implantación del Partido Comunista y a la manera en que estos jóvenes obreros sintonizaron con una mayoría de trabajadores españoles. En Cádiz está Lola Caballero, que sustituyó a Manolo Ruiz, un histórico bazanero que había sustituido a su vez a Juan Pérez, uno de los fundadores de Comisiones en la provincia. Cádiz fue cuna de la USO y forjadora de históricos dirigentes de CCOO como Añino, Roque, Gómez, Javier Fajardo, Manolo Cañas, Ramón Outerelo, Emilio Rubiales, Sebastián González (su hija es concejala de Podemos en Jerez: el signo de los tiempos), Federico Pedreño, Esteban Caamaño, Manolo Verano, Mercedes Salguero, Juan Reyes, Carmen Pérez, Pepi Medrano, Paco Heredia, Juan García, Horacio Lara, Fermín Rodríguez, Chulián. De aquellos abogados laboralistas como Fernando Martín Mora, Javier Anso o Fali Baena que comenzaron a defender las causas de los trabajadores. Toda esa gente marcaron una época en las luchas obreras y hoy poco a poco van dejando paso a una nueva generación con menor carga ideológica y mayor pragmatismo. De la misma manera que los partidos están llamados a una profunda renovación en su funcionamiento, los sindicatos tendrán que adaptarse a las circunstancias de una sociedad cambiante. Para representar mejor a los trabajadores hay que parecerse a ellos y adoptar actuaciones acorde con las nuevas formas de relaciones laborales . La generación de los fundadores de CCOO deja paso a una nueva que solo ha conocido la democracia. Es una obviedad resaltar la necesidad de los sindicatos pero no resulta menos evidente que no se puede representar a la sociedad del siglo XXI con mecanismo de mitad del siglo XX, por gloriosos que fueran los dirigentes y los resultados obtenidos. No digo que ahora haya que entregar pepinos o gritar "la próxima visita será con dinamita" pero desde aquel lejano día de La Camocha a hoy han pasado muchas cosas.

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