Leía uno de los alumnos de Juan de Mairena un trabajo cuyo tema era la inconveniencia e inanidad de los banquetes. La composición estaba dividida en cuatro partes: A) Contra aquellos que aceptan banquetes en su honor; B) Contra los que declinan el honor de los banquetes; C) Contra los que asisten a los banquetes celebrados en honor de alguien; D) Contra los que no asisten a los tales banquetes. Censuraba agriamente a los primeros por fatuos y engreídos; a los segundos acusaba de hipócritas y falsos modestos; a los terceros de parásitos del honor ajeno; a los últimos, de roezancajos y envidiosos del mérito. Mairena celebró el ingenio satírico de su discípulo. - ¿De veras le parece a usted bien, maestro? -De veras. ¿Y como va usted a titular ese trabajo? - "Contra los banquetes". -Yo le titularía mejor, apostilló el maestro: "Contra el género humano, con motivo de los banquetes".

Algo parecido podría decirse de la crisis catalana un asunto al que le viene como anillo al dedo la expresión "merienda de negros", esto es, "una situación de confusión y desorden en que se vislumbra algún tipo de abuso o despropósito". Tal como hace el alumno de Mairena respecto a los banquetes, es posible elaborar un discurso contra todos los participantes en esa suerte de merienda de negros en que, por mor del llamado "procés", ha desembocado la política catalana. De fatuos y engreídos se puede tachar a los independentistas, gentes que con tal de mantener su privilegiado estatus están abocando a su región a la ruina. De hipócritas y falsos modestos a aquellos que como los socialistas catalanes aprovechan la coyuntura para vilipendiar al gobierno central, aunque para ello tengan que "olvidar" que, al menos en teoría, es un partido de ámbito nacional. De parásitos del honor ajeno pueden considerarse los miembros de Podemos que, escudados tras los secesionistas, aguardan el momento propicio para lograr su objetivo último: la bolivarización de España. Y como no tildar de roezancajos y envidiosos de mérito a la gente del PP que odian y envidian a partes iguales a Arrimadas y sus compañeros de Ciudadanos por ser los únicos en defender con contundencia a España en el parlamento catalán.

Parafraseando a Mairena sería un texto contra el régimen político a propósito de la merienda de negros del independentismo catalán. Se ve que a través de su alter ego, Machado ya presagiaba algo así hace más de un siglo, a tal punto que Juan de Mairena bautizó a su gabán con el nombre de "venganza catalana" (en alusión a un popular drama romántico del gaditano Antonio García Gutiérrez) por ser de una tela, fabricada en Cataluña… ¡que pesa mucho y abriga poco!

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