ARNALDO Otegi ha dicho que la sentencia del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, que ha declarado ilegal a Batasuna por unanimidad, es continuación de la guerra preventiva de Bush y Aznar y que “recorta libertades”. Hay que tener mucha caradura para expresarse en esos términos, cuando Otegi es desde hace años la voz de una fuerza que apoyaba a un grupo terrorista. Un grupo que lleva cinco décadas asesinando a quienes no comparten sus ideas, y que amenaza a quienes pretenden ejercer el derecho a expresar disconformidad con su trayectoria de violencia, atentados y muerte.

De Estrasburgo nos ha llegado una excelente noticia, la mejor noticia. Nunca agradeceremos suficientemente a Acebes y Astarloa la Ley de Partidos que puso a ETA contra las cuerdas y que ahora acaba de validar el Tribunal de Estrasburgo. La ley fue cuestionada en su momento, sólo la suscribieron PP –entonces en el Gobierno– y PSOE, pero por primera vez en la historia ETA tembló ante un texto que le asestaba un golpe que podía ser definitivo. Luego la política debilitó algunos de sus aspectos, como por ejemplo cuando se mostró tibieza con ANV porque se apostó por una negociación que nunca debió producirse en términos políticos, y provocó que miserables afines a ETA volvieran a ocupar plaza y sueldo en ayuntamientos del País Vasco y de Navarra.

Otegi es persona indigna de ser llamado político. Porque es simplemente un terrorista más. En este momento no le “toca” empuñar la pistola, pero forma parte de la estructura de la banda. Como dijo en su momento la Unión Europea cuando incluyó a Batasuna en la lista de grupos terroristas, como indicó la Ley de Partidos y como ahora acaba de ratificar el Tribunal de Derechos Humanos. Que vaya tomando nota, porque se le acaban las portavocías y la llegada de fondos desde determinadas instituciones. Se le acaba el chollo. A él y a los suyos, porque sin ese brazo no armado es evidente que ETA va a estar en peores condiciones que con el apoyo y los dineros que le llegaban a través de Batasuna.

Aquellos polvos trajeron estos lodos. El texto preparado por Acebes y Astarloa ha pasado con éxito la reválida de Estrasburgo y hay que felicitarse por ello, porque se cierran las puertas para Batasuna de forma definitiva. Los que ingenuamente aún pensaban que la luz verde a Alfonso Sastre y sus seguidores abría la posibilidad de que Batasuna pudiera presentarse a las municipales dentro de dos años se quedan con las ganas. Y veremos si no llega un disgusto para Sastre de aquí a entonces; consiguió burlar a los tribunales con su condena pública a ETA sólo para conseguir la legalización, pero una vez celebradas las elecciones ha descubierto su cara auténtica .