La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

La inútil receta de Sánchez

El PSOE parece ignorar que sólo la independencia satisfará a los independentistas y la república a la CUP

Pedro Sánchez da marcha atrás frente a la tabarra catalana: "Estamos al lado del Estado de Derecho y quien lo lidera para responder con proporcionalidad y respeto a la ley". El PSOE, en cambio, da pasitos adelante y atrás a lo Chiquito de la Calzada con respecto a su veto sobre la aplicación del artículo 155 de la Constitución: en junio Margarita Robles dijo que "nunca sería una solución procedente y nunca la apoyaríamos", ayer Óscar Puente afirmó que su aplicación no sería deseable pero que, ignorando las circunstancias que se van a producir, "pronunciarnos de manera categórica sería imprudente" y a las pocas horas Sánchez lo desmintió.

Parece que el PSOE, salvo en su oposición al referéndum, no tiene las cosas claras. Y no parece, sino que está claro, que Sánchez no tiene las hechuras políticas necesarias para liderar su partido en esta gravísima crisis, la más peligrosa para la estabilidad democrática que España haya atravesado desde el 23-F; y que para colmo de males está en gran parte provocada en Cataluña y jaleada en el resto del país por los partidos antisistema.

La receta de Sánchez para solucionar la tabarra catalana es de chiste: "Diálogo, reforma de la Constitución y más autonomía para Cataluña". Lo ha repetido una y otra vez, la última el pasado domingo. Pero nunca ha aclarado cómo se puede dialogar con quienes no quieren hacerlo y lanzan al Estado órdago anticonstitucional tras órdago anticonstitucional. Nunca ha aclarado qué puntos concretos de la Constitución deben ser reformados para acabar con la tabarra catalana. Nunca ha aclarado cuánta autonomía más se puede dar a Cataluña, que goza del techo más alto de autogobierno que tienen las regiones de una nación europea que quiera seguir siéndolo y no desmembrarse en distintos estados. Nunca ha reconocido que ni esa mayor autonomía, ni un Estado federal, ni una nación de naciones, ni ninguna otra salida que no sea la independencia satisfará a los independentistas. Y que ninguna salida que no sea la ruptura del Estado y la proclamación de la república satisfará a los antisistema, de la CUP que son quienes realmente gobiernan Cataluña aprovechándose del derrumbamiento por corrupción de CiU, la desaparición de Unión Democrática de Cataluña y la creación, con los materiales de derribo del CDC, del grotesco sayón del PDeCAT. De nada sirve, porque nada significa, la receta de Sánchez en esta grave situación.

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