El mástil

Francisco J. Nuñez / Fcojanunez@hotmail.com

La bolsa tampoco ayuda

EN la economía española hay algunos nubarrones que dificultan la consecución de los objetivos que nos ha vendido el Gobierno. Ya se sabe que la recesión casi está prohibida nombrarla hoy en España. La crisis parece que nos acerca a algo mucho peor y el "patriotismo" preelectoral de Zapatero tampoco aconseja que se hable sobre ella o tenerla como tema. Lo cierto es que la mayoría de los expertos prefiere hablar de desaceleración para referirse a la situación de la economía española en el momento actual. Marzo está al caer. La bolsa no ayuda al Presidente del Gobierno. La caída brusca y súbita de las cotizaciones bursátiles supone el fin de algunas alegrías financieras. Ya se había perdido la costumbre de hablar de dificultades económicas. Los titulares de prensa llevaban 10 años refiriéndose a la buena marcha de la economía, aunque una parte más o menos sustancial de los consumidores siempre ha dado a entender que sus bolsillos estaban medio vacíos. La inflación y la desaceleración del crecimiento económico están creando una cierta desconfianza en la población que no ve las cosas como le gustaría que fueran. El año que acaba de comenzar nos ha traído una cuesta de enero especial. La personas que no llegan a fin de mes se sienten instaladas en la crisis. Pocas cosas van a ser tan importantes en la campaña electoral como la economía, para que los que ganen las elecciones se ocupen de los recursos, bienes y servicios que satisfacen las necesidades de cada cual. Eso sí, el crac de la bolsa no ha ayudado al Presidente del Gobierno.

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