Al sur del sur

Javier Chaparro

jchaparro@grupojoly.com

La batalla de La Línea

"Existe, sin duda, una deuda histórica de las administraciones a saldar con La Línea"

En el PP admiten sin traumas y casi abiertamente que Mariano Rajoy puede adelantar las elecciones generales a la próxima primavera, a la espera de lo que ocurra a partir de ahora tanto con Cataluña como con los Presupuestos Generales del Estado de 2018, cuya presentación se ha aplazado sine die por no contar con apoyos. Con un PSOE completamente dividido en torno a la cuestión catalana -o lo que es peor, sin un proyecto definido sobre la España autonómica y la previsible reforma de la Constitución- y un Podemos radicalizado que al fin ha enseñado la patita, los populares pueden presentar ante el electorado dos bazas sin discusión: la recuperación de la economía y la cohesión interna entre sus filas, sin la cual sería imposible garantizar la estabilidad del Gobierno y, en última instancia, de España.

Parece evidente que la perspectiva de una anticipación de los comicios puede pillar a más de uno con los deberes por hacer. Las prisas de la Junta por inaugurar de forma atropellada y casi simbólica el hospital de La Línea y los proyectos de última hora anunciados para esta ciudad por el delegado del Gobierno, Antonio Sanz, denotan que el reloj de los comicios ha empezado a correr.

La Línea de la Concepción se ha convertido por razones obvias en el centro de atención política de la comarca por sus múltiples problemas y desafíos. La repercusión que el Brexit puede tener y que ya está teniendo en la economía local a causa de la depreciación de la libra, unida al narcotráfico, el contrabando de tabaco, una tasa de desempleo que afecta a un tercio de su población activa, unas cifras alarmantes de fracaso escolar y un viejo hospital que se cae a pedazos por donde corretean las ratas hacen que La Línea sea justa acreedora de las administraciones.

Existe, sin duda, una deuda histórica a saldar con el municipio. La aparición hace dos años en el escenario político de La Línea 100% y su sorpresiva victoria en las elecciones municipales fue la expresión de un descontento social que se mantiene aún vivo. Juan Franco, el alcalde, es un raro y a veces incómodo especimen al margen de una partitocracia que al tiempo que recela de él le quiere también como aliado. Socio del PP en el Ayuntamiento y en la Mancomunidad de municipios del Campo de Gibraltar, tiene sobre la mesa el ofrecimiento del andalucista y alcalde de Los Barrios, Jorge Romero, de formar una agrupación comarcal independiente, pero también del PSOE, que le tienta para que sea su cabeza de cartel dentro de dos años. No solo está en juego la Alcaldía, sino el gobierno de la Mancomunidad y puede que el de la Diputación de Cádiz. El nuevo hospital, la Zona Franca, la futura carretera de acceso por Campamento y la comisaría de Policía Nacional han sido las apuestas de esta semana. Vendrán más. La batalla por el poder en La Línea es una realidad.

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