La primavera, una vez más, está llamando. No es la misma primavera la que llega ni es el mismo corazón el que la espera tras la ventana. Habrá que abrirla poco a poco, a ver si por apresurarse embriaga, y dejarse entrar en los olores y las ganas de vivir más tiempo fuera y andar descalza. Cambiar de costumbres para adaptarse al nuevo ciclo, dejando atrás el invernal que comienza a desaparecer una vez limpios los últimos rescoldos de ceniza de la chimenea. Descalza para sentir bien enraizados los pies a la tierra, aligerar la ropa para que la piel inspire los olores cubriéndose con un sensual vestido de aromas.

Habrá que empezar a dormir menos para no perderse el espectáculo. Toca el tiempo de salir y descifrar, todavía a estas alturas de la vida, el maravilloso misterio de la luna y su órbita; tomar nota en la pequeña libreta de su silueta, de sus luces y sus sombras; atrapar silencios y sumar estrofas. Habrá que recurrir a los poetas que se nutren de ella y a la hora de leerlos, evitar los ruidos para dejar solo la pureza del canto.

Es tiempo de compartir un lugar cerca del corazón donde el alma es cierta y resucitar el tacto y bailar tangos a la luz de las velas, y la luna, sin miedo a que posiblemente se vayan con la música a otra parte; es tiempo de huir del nudo en la garganta y fomentar la risa y perfeccionarla hasta convertirla en carcajada; es tiempo de sentirse vagabundo en un techo de estrellas; es tiempo de dormir la siesta bajo un árbol y al cerrar los ojos rememorar el baile y las velas y la luna y el tango; es tiempo de no creer en nada ni en nadie si no está primero el creer en uno mismo; es tiempo de maridar en la boca el jazmín y la nostalgia; es tiempo de hacerle testamento a las derrotas y dejarle en herencia todo tu pasado; es tiempo de entender que ni una sola lágrima más a no ser que sea para humedecer otra boca.

Abre, abre la ventana corazón, que entre aire nuevo, que lo limpie todo, que todo lo revuelva, que lo que parecía muerto nazca de nuevo. Como decía el poeta: "Ponte primavera cada mañana porque a pesar del mundo y sus circunstancias: respiras; porque será posible alargar los dedos hasta encontrar la caricia de las flores…" y sentir que amas.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios